El aterrizaje de Boeing en Galicia ha sido suave. Cuatro millones de euros de inversión, tratándose del gigante norteamericano, saben a poco. Pero es un primer paso que sitúa la comunidad en el mapa del constructor aeronáutico. Boeing no ha venido así sin más. Ha habido que traerlo. Mediante una licitación pública lanzada por la Xunta, que convertía al ganador en adjudicatario directo de un encargo: desarrollar tecnología que permita que aviones tripulados y no tripulados puedan operar con seguridad en el mismo espacio aéreo, sin interferencias y sin riesgos.
El constructor estadounidense obtuvo la mayor puntuación, y a finales del año pasado ganó la adjudicación del proyecto. No constan plazos para que Boeing presente resultados, pero sí el compromiso del grupo aeronáutico de involucrar en el proyecto a la industria gallega y de atraer a la comunidad a los «grandes actores» (según consta en el documento oficial). De momento, Boeing no quiere avanzar más información sobre el proyecto. Está previsto que su actividad en el polo aeronáutico de Rozas genere carga de trabajo para la creación de 58 puestos de alta cualificación.
El constructor americano considera que se trata de un proyecto estratégico para el negocio futuro que se moverá en torno a la aviación no tripulada, que a día de hoy se encuentra frenada precisamente por los problemas de seguridad e interferencias que estos aparatos generan a la aviación comercial.
La misión de Boeing en Galicia será tutelada por el Centro Europeo de I+D (Boeing Research & Technology Europe), con sede en Madrid, en donde el gigante estadounidense centraliza desde hace 15 años toda la investigación y el desarrollo de tecnologías en las que trabaja en colaboración con socios de distintos países europeos. Su director, José Enrique Román, explicó a este periódico recientemente que se trata de una apuesta estratégica para la compañía. «Hemos presentado una propuesta muy sólida. Por parte de Boeing, es puntera en lo que tiene que ver con navegación autónoma. El proyecto se centra en problemas de alto nivel en seguridad aérea que queremos resolver con nuestra tecnología», aseguró.
Boeing considera que su proyecto es estratégico para el futuro del sector