América Latina: la peor crisis económica en un siglo

Héctor Estepa Jersey City

MERCADOS

Juan Ignacio Roncoroni

La economía de la región se contraerá un 9,1% este año, y no volvería a los niveles previos a la pandemia, de forma general, , según las estimaciones de la Cepal

18 oct 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

 América Latina se enfrenta a la peor crisis del siglo y su recuperación será más lenta que en el resto del mundo. La economía de la región se contraerá un 9,1% este año, y no volvería a niveles previos a la pandemia, de forma general, hasta 2023, tiempo que podría ampliarse en varios de los países con graves problemas previos, según la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (Cepal), dependiente de la ONU. «La pandemia está teniendo impactos negativos históricos en lo económico, productivo y social, con secuelas y efectos a medio plazo sobre el crecimiento, aumentos en la desigualdad, pobreza y desempleo», precisa Alicia Bárcena, la secretaria ejecutiva de la organización.

Las cifras son desastrosas. El PIB per cápita de la región volvería a niveles de 2010, arrastrando la carestía a cifras no vistas desde hace 15 años. Más de 231 millones de personas podrían vivir bajo el umbral de la pobreza a finales de año, después de que cierren 2,7 millones de empresas y 18 millones pierdan su trabajo, elevando el desempleo por encima del 13%. No todos los países sufrirían por igual. Los que ya pasaban por dificultades antes de la pandemia - en una región que apenas creció un 0,1% en 2019, al borde de la recesión-, lo tendrán más difícil. La situación será especialmente crítica en países con una deuda gran deuda pública, como Argentina, que no podrán mantener por un amplio espacio de tiempo los programas de estímulo para reactivar la economía. La Cepal calcula que el PIB argentino caerá un 12,3%. El Gobierno de Alberto Fernández ha llevado a cabo medidas de estímulo por valor del 3,5% del PIB, pero existen dudas sobre su capacidad de extenderlas en el tiempo. Argentina probablemente no recupere su nivel económico hasta después de 2023, según los analistas. En el mismo caso podría estar Ecuador, que arrastra también una deuda pública que bordea el 70% del PIB.

La situación en países que ya estaban en recesión profunda, como Venezuela, podría ser catastrófica. El país caribeño sufre, además, por la caída en los precios del petróleo, situación acrecentada allí por las sanciones de EE.UU. Pero el bajo precio del combustible afecta también a México, Colombia, o Brasil, que, en cambio, sí se beneficiaría del precio estable de otras materias primas. Estados con deuda baja, como Chile y Uruguay, podrán mantener durante más tiempo los programas de estímulo, y saldrían antes de la crisis. Tendrán además ventaja los países cuya población, sobre todo los sectores de trabajadores informales con empleos en riesgo, sean capaces de formarse antes en empleos on line. «Los países con mejor preparación digital serán los primeros en salir de la crisis», sostiene Ángel Gurría, secretario general de la OCDE. No todo son, eso sí, malas noticias. La pandemia ha propiciado una mayor bancarización de América Latina, una región donde solo el 55% de la población tenía una cuenta en una entidad financiera antes de la actual crisis. La necesidad de registrarse para poder acceder a las nuevas ayudas estatales ha hecho que millones de personas entren al sistema bancario, desde donde es más factible la lucha contra la evasión fiscal y la correcta distribución de los recursos estatales.

La Cepal ha recomendado a los países latinoamericanos elevar la recaudación, combatir la corrupción, regular los flujos de capitales y fortalecer la inversión pública, entre otras medidas, para superar una crisis económica no vista desde la Gran Depresión.