El euríbor es el índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas en España
El euríbor es el índice al que se referencian la mayoría de las hipotecas en España ÁNGEL MANSO

27 nov 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

El Gobierno acaba de tomar medidas para aliviar la carga creciente de las hipotecas. La banca parece aceptarlas, porque no perderá dinero sino que alargará plazos y a la vez verá contenido el riesgo de morosidad muy previsible con esta alta inflación (que resta capacidad de gasto a las familias) y elevados tipos de interés (que encarecen los créditos).

¿Ayudará a mucha gente este acuerdo? Probablemente sí, pero menos que en otros momentos. En España se firman cada mes en torno a 50.000 hipotecas nuevas, y esto viene siendo así desde principios del 2021. Nada que ver con las 160.000 que se constituían mensualmente entre los años 2005 y 2007, cuando estalló la burbuja. La oferta de vivienda sigue sin recuperar los niveles previos a aquella crisis y el poder adquisitivo anda por los suelos. Frente a las ilusiones de los tiempos del bum, ahora hay que pensarse más esta inversión tan definitiva. Por eso seguimos teniendo el peor índice de emancipación de los jóvenes de Europa (29,5 años de edad, frente a los 26,2 de media) y el mayor índice de propietarios (un 80 % de las viviendas son de sus moradores, frente a la media del 68 % de la OCDE), en parte porque aquí no se conoce o no se aprecia otro modo de inversión que no sea la inmobiliaria.

¿Ayudarán estas normas a solventar los problemas de acceso a la vivienda? Probablemente no. Habría que incrementar mucho la promoción de vivienda social, que aquí está bajo mínimos. Los jóvenes que se plantean crear un hogar siguen enfrentados a un viejo dilema: ¿vale la pena pagar un alquiler si me cuesta más que la hipoteca? El alquiler medio de un piso está hoy en 1.180 euros al mes (no se espanten los arrendadores gallegos, porque esta media la suben los alquileres de Madrid y Barcelona), y el pago mensual medio por una hipoteca no llega a los 600 euros (de momento). La compra sería la opción más clara si hubiera más oferta, mejores salarios, mayor estabilidad en el empleo, mayores facilidades para el crédito. Así que los niños, ya con barba y algunas canas, seguirán en casa de los padres hasta el aburrimiento.