Nuevos paradigmas económicos

Venancio Salcines
Venancio Salcines PRESIDENTE DE EF BUSSINESS SCHOOL

MERCADOS

Sede de la futura Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial, en A Coruña
Sede de la futura Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial, en A Coruña Moncho Fuentes | EFE

08 ene 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Siempre hablamos de ocupados y parados. Una dicotomía eterna. Arrancó en los setenta y hasta hoy. Trabajar era sinónimo de bienestar y, en buena lógica, el desempleo era lo contrario. Pero esta realidad va a terminar en el futuro inmediato. Mañana, el reto no será trabajar, sino hacerlo ocupando una posición que permita mejoras evidentes de bienestar, bien sea social o económico.

Aquí estará uno de los retos de las políticas de empleo, la mejora cualitativa del ocupado, y esto supondrá asumir las transferencias de trabajadores, desde posiciones con escaso valor añadido hacia otras que permitan una mayor remuneración. Unas empresas se vaciarán para alimentar a otras y esto, que ya ha empezado a ocurrir, implicará poner en valor la formación del adulto ocupado. Un reto que ya está en la agenda de María Jesús Lorenzana, la conselleira de Emprego, y que debe ir más allá, entrar en las de las asociaciones empresariales y en la de los clústeres más dinámicos.

La crisis demográfica, exagerada en las cohortes más jóvenes, los desajustes, con la demanda, de la oferta de las universidades públicas gallegas y la fuga de talento joven a las universidades, esencialmente las privadas, de Madrid y Barcelona, cifrado en más de cinco mil estudiantes, fortalece esta tesis. Tanto los desempleados, como los ocupados, verán abiertas las puertas a la movilidad laboral y para atravesarla con más solidez demandarán formación asincrónica, ágil, centrada, de corta y media duración y escalable. Algunos clústeres gallegos, los que están a la vanguardia empresarial, ya han iniciado este recorrido, de la mano de la Consellería de Emprego, y pronto se sumarán otros, como la Cámara Mineira de Galicia.

Algunos, en el marco de nuestro pesimismo endémico, se preguntarán si existe esa otra orilla laboral. La respuesta está en la adjudicación de la Agencia Española de Supervisión de la Inteligencia Artificial, donde unos descubrieron y otros constataron que en Galicia existe un tejido empresarial de ámbito tecnológico encomiable. Por cierto, deudor, a su vez, de empresas e instituciones tractoras, como en su día fue Caixa Galicia y hoy Abanca, la Xunta de Galicia y, lógicamente, Inditex, esencialmente desde que decidió dar el paso y ser un agente mundial en el comercio digital.

Galicia, el día que Europa metió en la trastienda a su economía agraria, entró en un declive secular, que solo con esfuerzo y el sacrificio de cientos de miles de los nuestros, expulsados de sus hogares, y lanzados al mundo, fue capaz de capear. Pero el futuro ha de cambiar, y lo veremos. Los nuevos paradigmas económicos serán las columnas aliadas sobre las que cimentaremos nuestro futuro. Hoy, las mejores cartas de la baraja han caído de nuestro lado, solo nos toca velar por que nadie nos las hurte ¿Lo duda? Dos ejemplos de los de la media centena que debe tener el vicepresidente Conde encima de la mesa. Gracias a la lucidez empresarial de Roberto Tojeiro, y de la cual hoy es fiel albacea su hijo, seremos potencia en gas y en hidrógeno ¿Problema? El mapa estatal. En su diseño de corredores, cree que España termina en Zamora al oeste y Gijón al norte. Galicia no existe. Segundo ejemplo, Altri, el mayor ejemplo de economía circular, generador, a través del eucalipto, de una fibra que, en ocho días de reciclaje, es de nuevo materia prima. Un puro tractor empresarial, capaz de generar la transformación total del mercado laboral de la comarca de Melide y Palas de Rei. No existe para los Next Generation. Tenemos estas y muchas más cartas ¿Nuestra guerra? Poder ponerlas encima de la mesa.