El insumergible oligarca ruso

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ABRALDES

27 ago 2023 . Actualizado a las 21:55 h.

Siempre hay quien saca beneficio cuando las aguas están revueltas. Quizá esa imagen pueda resumir la historia de Andrey Melnichenko, nacido en una Bielorrusia todavía bajo el paraguas de la URSS y que cimentó su posición entre los hombres más ricos del mundo con la caída de la Unión Soviética, cuando fundó el banco MDM, que llegó a convertirse en uno de los más grandes de Rusia. Hoy, es el segundo oligarca ruso con mayor fortuna y el que ha seguido ganando dinero a pesar de la guerra de Ucrania y de las sanciones impuestas, que llevaron a Italia a confiscar su yate, el más grande del mundo, con 142 metros de eslora y valorado en más de 500 millones de euros.

Tras iniciar los estudios de Física en la Universidad Estatal Lomonósov de Moscú, decidió comenzar su formación en Finanzas en la Universidad de Económicas Plejánov. Su primer negocio fue una oficina de cambio de divisas, pero donde comenzó a cimentar su fortuna fue cuando junto a dos compañeros fundó el banco MDM.

Con el nuevo milenio, Melnichenko decidió diversificar sus inversiones y se asoció con Sergei Popov, con el que entró en el sector metalúrgico y petroquímico y junto al que fundó Siberian Coal Energy Company (SUEK), el mayor productor de carbón térmico ruso; TMK, un fabricante de tubos de acero y EuroChem, el mayor productor de fertilizantes de Rusia y uno de los mayores del mundo. Con el tiempo, Popov se quedó con el banco MDM, se deshicieron de TMK y Melnichenko pasó a ser el propietario de SUEK y EuroChem: había nacido el rey de los fertilizantes minerales, que es además presidente de la comisión de minería de la Unión Rusa de Industriales y Empresarios y miembro del la mesa del consejo de administración de la entidad.

A decir verdad, en los apuntes de la biografía de Melnichenko casi siempre hay que apostillar con «uno de los mayores del mundo». Es uno de los 70 hombres más ricos del mundo, su yate es el más grande del mundo... Y su boda con Aleksandra Kokotovic en la Costa Azul también ha sido una de las más sonadas (y caras) de la historia. Desmontó una capilla rusa para volver a montarla en Francia, en ella actuaron Christina Aguilera y Whitney Houston (que llegaron en avión privado) y su coste fue de unos 30 millones de dólares.

También la fortuna de Melnichenko lleva la coletilla de una de las mayores del mundo y alcanzó en el 2022 los 20.000 millones. En pleno conflicto entre Rusia y occidente usando Ucrania como tablero geoestratégico, el oligarca, a pesar de las sanciones, ganó 3.200 millones de euros, o lo que es lo mismo: su patrimonio se incrementó un 20 % en un contexto en el que Vladimir Potanin (el único oligarca ruso más rico que Melnichenko) perdía un 28 % de su riqueza.

Uno de los zares de la Rusia del nuevo siglo, el rey de los fertilizantes minerales es también un coleccionista de arte (en su pinacoteca hay cuadros de la serie de los Nenúfares de Monet y atesora mobiliario del siglo XVIII) y es uno de los mayores filántropos de Rusia, hasta el punto de que en el año 2016, Vladimir Putin le otorgó un premio especial por su labor social, labrada a golpe de talonario: donó millones a obras de caridad.

El oligarca ruso también ha pasado por Galicia. En el año 2016, el yate más grande del mundo atracaba en A Coruña de manera imprevista: Aleksandra Kokotovic tuvo que ser operada de apendicitis en el hospital San Rafael.

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