Robótica e inteligencia artificial en los quirófanos de urología

MERCADOS

De izquierda a derecha, los doctores Campanario, Ruibal y Medina, del Grupo Suturo
De izquierda a derecha, los doctores Campanario, Ruibal y Medina, del Grupo Suturo

Las clínicas del Grupo Suturo son pioneras en incorporar tecnología en las cirugías para mejorar la calidad y recuperación de los pacientes

03 dic 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

La incorporación de la robótica a la cirugía es cada vez más habitual pero son prácticas que apenas tienen una década de vida. Una de las especialidades que primero implantó esta maquinaria automatizada en los quirófanos fue la urología, y un médico gallego uno de los pioneros en España: «Nuestra seña de identidad es la cirugía robótica, pero hay que hacer hincapié en que los robots ni operan ni toman decisiones por sí solos, sino que ejecutan órdenes y replican las acciones del cirujano», explica Manuel Ruibal, que creó en el año 2011 una clínica urológica en Pontevedra y que en el año 2021 se alió con Antonio Medina, amigo y compañero de profesión andaluz, para trasladar el modelo a Sevilla; así nació Grupo Suturo, que hoy cuenta con 20 empleados —16 en Galicia y 4 en Andalucía—, entre ellos ocho urólogos, cuatro fisioterapeutas y un médico especialista en asesoramiento genético.

El pasado octubre este grupo médico celebró las mil intervenciones automatizadas con el robot Da Vinci. Según explica Ruibal, la cirugía robótica permite reducir al mínimo las secuelas provenientes de la extirpación de la próstata por tumor, como son la incontinencia urinaria o la impotencia sexual. Para el cáncer de riñón también aumenta las posibilidades de curar, logrando preservar el riñón sano. Y en el caso del cáncer de vejiga, una cirugía de gran complejidad, hace posible la extirpación segura y la realización de una nueva vejiga intestinal. «Hemos pasado de operar solo a algunos pacientes con cáncer de próstata con esta tecnología, a realizar con ella cualquier cirugía abdominal», añade. Según explica, la urología fue esencial para el desarrollo de la robótica, «y esta permitió a los urólogos dar un salto cualitativo y cuantitativo en nuestra especialidad». Y asegura que se ha mejorado en la calidad de las cirugías, «lo que se traduce en mejores resultados para los pacientes». Aunque reconoce que España fue un poco retardada en esta incorporación de la tecnología a su especialidad, asegura que en los últimos tres años se ha producido un amplio desarrollo de la robótica, lo que ha permitido su incorporación en un gran número de hospitales públicos.

También habla del impacto que va a tener la incorporación de la inteligencia artificial, mucho mayor incluso que el que ha tenido la robótica, al tratarse de una herramienta que permite a los profesionales clínicos ser mucho más eficientes, «minimizando nuestros errores y disminuyendo los costes sanitarios». Y destaca los beneficios en la investigación, ya que permite manejar una gran cantidad de datos: «Gracias a la inteligencia artificial conoceremos mejor las enfermedades, especialmente las oncológicas; entenderemos mejor por qué se producen los tumores y podremos desarrollar tratamientos con alta tasa de curación, va a favorecer la medicina personalizada».

El Grupo Suturo, cuyo nombre fusiona dos palabras claves de su actividad, «suturar» y «urología», ha duplicado su facturación desde el inicio de su actividad; aunque al principio solo trabajaban con pacientes privados, ahora tienen convenios con diferentes aseguradoras. Consciente de que el ámbito privado en el que se mueve su clínica es mucho más competitivo, la visión de negocio de esta clínica con sedes en Pontevedra y Sevilla se basa en incorporar solo lo que aporta valor: «Y creemos que la inteligencia artificial nos va a ayuda mucho en el diagnóstico y tratamiento de nuestros pacientes».