El pulpo, rey de los hurtos en Galicia

MERCADOS

ALBERTO LÓPEZ

En verano, los robos en supermercados y pequeños comercios se incrementan. En territorio gallego, los artículos más sustraídos son este cefalópodo y las botellas de aceite de oliva

15 jul 2024 . Actualizado a las 00:02 h.

Con la llegada del verano, el mapa demográfico de España pega un vuelco y algunas urbes y pueblos ven multiplicar sustancialmente su población durante los meses estivales. Esta explosión es todo un reto para las administraciones, que se ven obligadas a gestionar los servicios públicos (como el de la basura) con los mismos recursos que el resto del año, pero con mucha más gente haciendo uso de ellos. Y el reto no solo se les presenta a las autoridades. También a las empresas que operan en estos territorios. De hecho, algunos estudios muestran que grandes superficies y pequeños comercios deben hacer frente estos días a una peculiar ola de robos y pequeños hurtos que se ve agravada estos meses y que, además, tiene ciertas particularidades que no se detectan el resto del año.

Por raro que pueda parecer, en esto de las sustracciones, hay ciertas variaciones en función de la zona en la que se produzcan (si es ubicación de playa o en el interior peninsular) y si se trata de los meses de verano o estamos hablando de otra estación. Y eso es precisamente lo que atestigua un reciente estudio elaborado por Checkpoint Systems, junto con la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (Aecoc) y NIQ. «Miles de personas se trasladan a las innumerables playas de la costa, lo que hace que muchos municipios multipliquen su población entre junio y septiembre. Sin embargo, este incremento del tránsito también conlleva un mayor volumen de clientes para muchos negocios que, en ocasiones, llegan a saturarse, facilitando que se perpetren hurtos en ellos», señalan los autores del Barómetro del Hurto en la Distribución Comercial.

Actuar con anonimato

Este informe recoge que las grandes aglomeraciones permiten a muchos delincuentes actuar con el anonimato que desean: «Las organizaciones criminales conocen estas circunstancias, por lo que aprovechan esta época del año para aumentar su actividad. Cerca del 53 % de los hurtos son protagonizados por estas bandas organizadas, que detectan las oportunidades de hacer negocio y hurtan en diferentes establecimientos productos de alto valor para posteriormente revenderlos en mercados paralelos», explica Carlos Cruz, director de ventas de Checkpoint Systems en España.

Los expertos que han elaborado el informe explican un término que es de gran ayuda para entender la repercusión que tiene todas estas circunstancias. «La pérdida desconocida es una medida de gran importancia que representa la diferencia existente entre los ingresos de ventas que debería tener un negocio y los ingresos reales. Esta se debe principalmente a hurtos en los puntos de venta y, en menor medida, a distintos errores de procesos, fallos contables, equivocaciones en los precios y una gestión inadecuada del inventario». De esta forma, tres de cada cuatro encuestados sitúan su índice de pérdida entre el 0,26 y el 1 %, mientras que un 19 % de los comercios lo eleva a entre un 1 y un 1,26 %. Según los cálculos de Checkpoint, esto supone un impacto aproximado de 592,2 millones de euros en el sector comercial tan solo en verano: «Un problema grave para muchos negocios que, según los datos, está al alza en los últimos años».

Los números que manejan en el Ministerio de Interior muestran que en esto de los robos, la época más crítica es la estival. De hecho, apuntan a que los hurtos veraniegos en España suponen un 26,2 % del total anual y, en el 2023, superaron la cifra de los 170.000 casos: «La comparativa con los últimos años alerta que, los hurtos crecieron un 26,4 % respecto al período estival de dos años antes; lo que supone una tendencia al alza que los expertos estiman que se puede repetir este verano».

El estudio apunta a que el 32 % de los hurtos registrados durante los meses de verano son en productos vinculados a la industria de la alimentación y las bebidas, mientras que otro 27 % representa a productos de cuidado personal, maquillaje y belleza. Y hay cinco productos en concreto que se convierten en objeto de deseo para los ladrones durante los meses de junio, julio, agosto y septiembre. Según el barómetro, el artículo que más se sustrae de los lineales de los supermercados y tiendas españoles estos días son las cremas solares y los bronceadores. También se ha notado en este ránking (y mucho) el encarecimiento que ha experimentado en los últimos años el aceite de oliva, que acumula un incremento de su precio de más del 200 % en dos años. Esta subida ha hecho que las botellas de este oro líquido se conviertan en uno de los artículos más robados estos meses (concretamente el segundo). También padecen con gran virulencia este fenómeno las bebidas alcohólicas, que se quedan en el tercer puesto de la lista. En el cuarto lugar se colocan los preservativos, mientras que los antimosquitos cierran este top cinco.

Por comunidades

Sin embargo, el informe pone el acento en las diferencias que existen entre comunidades, donde los productos más robados varían mucho por cuestiones geográficas. Y en esto, Galicia llama poderosamente la atención. Aquí, el producto que más sufre los caprichos de los ladrones es el pulpo, seguido del aceite. Una dupla deliciosa.

En Madrid, destacan los aceites y los productos de cosmética, mientras que en Andalucía son los antimosquitos y las cremas solares. Las tiendas valencianas incluyen en su ránking bronceadores y helados, y en Baleares bañadores y bikinis, además de maquillaje. En el País Vasco, destaca un producto vulnerable todo el año como son los accesorios para el móvil, mientras en otras regiones como Castilla y León, Castilla-La Mancha y Murcia lo que más se hurta son chorizos ibéricos, quesos y antimosquitos, respectivamente. En Aragón, lo que sobresale son las cápsulas de café y la cosmética.

En el verano del 2023, la comunidad que tuvo que padecer un mayor volumen de hurtos en verano fue Cataluña, que acumuló más del 26 % del total nacional, siendo los vinos y licores los productos más sustraídos. En Canarias, el artículo más robado son los preservativos, por segundo año consecutivo. «La tendencia al alza del hurto en los últimos años con la llegada del verano revela que es vital fortalecer las medidas de seguridad para reducir las pérdidas», resume Carlos Cruz.

Cada día se sustraen una media de 68 coches en todo el territorio español 

El robo de coches sigue siendo un problema latente en España (también en otros países de Europa). Un reciente estudio de HelloSafe apunta a que, en el 2022 —último año del que se tienen datos— desaparecieron un total de 24.990 coches en toda España, lo que supone un descenso del 5,4 % con respecto al año anterior, cuando la cifra escaló hasta los 26.417. Esto supone una media de casi 67 coches sustraídos al día en nuestro país.

Los ladrones de vehículos tienen claras sus preferencias y hay tres modelos que se acabaron convirtiendo en los más robados a lo largo del 2022. Así, el Seat Ibiza, el Seat León y el Volkswagen Golf fueron los que registraron unas tasas de problemas mayores. En el sector del automóvil, el territorio en el que se registró un mayor índice de atraco de coches fue Ceuta, donde la tasa de robo de coches es de 24,5 por cada 10.000 coches que circulan por las carreteras ceutíes. A esta ciudad autónoma le sigue muy de cerca Santa Cruz de Tenerife, con una tasa de 23,2 robos por cada 10.000 coches, mientras que en Barcelona, esa cifra baja a los 20,5 hurtos.

Lugo puede presumir de ser la provincia con menos reportes de robos por cada 10.000 coches con un índice de solo un 1,1. Es decir, por cada 10.000 coches que circulan por la urbe gallega, acaba siendo presa de los ladrones poco más de uno.

Cifras gallegas

Las cifras gallegas son, por lo general, bastante positivas y permiten situar a las provincias de la región en la parte baja de la tabla. Así, Pontevedra (que es la que más robos tiene dentro de Galicia) se queda en 3,8 vehículos sustraídos por cada 10.000 que tienen aparcados los ciudadanos en las calles; mientras que en A Coruña y en Ourense, la cifra se queda en una tasa de dos sustracciones por cada 10.000 vehículos. Diez veces menos que los de la parte superior del ránking elaborado por los expertos de HelloSafe.