La cosmética gallega que nació de las necesidades de un bebé

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Sus productos son para toda la familia, pero la piel atópica de la hija de una de las fundadoras puso las bases de Anainas, una firma ecológica y vegana

12 ago 2024 . Actualizado a las 11:39 h.

«Anainar» es la voz gallega que significa acunar cantando nanas. De ese concepto tan evocador nace el nombre de esta marca gallega especializada en cosmética infantil. Anainas comenzó con la fuerza de una amistad de tres décadas, la de Raquel Rodríguez y Laura Martín, dos amigas de la infancia con pasión por la sostenibilidad, la naturaleza y una forma de vida en equilibrio. Sus distintas formaciones —Raquel es licenciada en Química y Laura diplomada en Turismo— no les impidió lanzarse al mundo de la cosmética en el 2018.

«Nuestros productos están certificados y son ecológicos y veganos, diseñados para mimar todas las pieles. Desde las más delicadas y sensibles, como las de los bebés, hasta las pieles adultas», explican. De hecho, uno de sus objetivos es cubrir las necesidades de higiene e hidratación diaria de toda la familia con solo dos productos. «Hay que ahorrarle botes al mar», dicen.

El arranque de esta aventura reside en una experiencia familiar, especialmente la de Laura, cuya hija Helena, tiene la piel atópica desde que nació. «Eso nos inspiró a desarrollar productos infantiles que fueran eficientes y efectivos para mimar de forma natural esas pieles tan sensibles».

La línea de productos de Anainas es ecológica y vegana. Tardaron dos años en dar con las fórmulas ideales: «Nos sentimos muy orgullosas de nuestro gel&champú y de nuestra crema hidratante. Te pueden gustar más o menos, pero es indudable que cumplen con su cometido. Cuidan la piel de forma natural desde el primer día, ayudando a espaciar los períodos entre brotes en las pieles atópicas y manteniendo sanas y bonitas las pieles normales».

La pregunta que más les hacen es si sus productos son solo para pequeños. «Nuestra cosmética es para toda la familia. Resolvemos la duda explicando que lo que distingue a un producto infantil es la normativa. Es más rigurosa y excluye muchos más agentes potencialmente dañinos o peligrosos que pueden estar en la cosmética que no indica específicamente que es apta para niños y niñas. Por supuesto que los adultos pueden usar estos productos. Son más seguros, respetuosos y aportan más beneficios a la piel».

A día de hoy están fabricando en dos laboratorios nacionales y valoran un tercer centro gallego para futuras referencias. «Nos implicamos completamente en cada etapa del desarrollo del producto, desde la elección de los ingredientes a las pruebas finales, pasando por la imagen de marca o el diseño». Un diseño en el que llama la atención su packaging. «Las manchas que se ven en las etiquetas reproducen las huellas de los dedos manchados que dejan los y las peques al jugar con nuestras materias primas: caléndula, camomila o regaliz. Además está ecodiseñado al usar materiales sostenibles, como etiquetas de cañas de azúcar o folletos libres de plástico y tapones de madera biocompostables». Un packaging en el que la caja se convierte en un juego con personajes que dan una segunda vida al envoltorio.

La venta de Anainas está equilibrada entre su canal online y los puntos de venta físicos nacionales e incluso internacionales. Ventas en las que fomentan el trato directo y apuestan por crear confianza.

Raquel y Laura son además socias cofundadoras de la Asociación de Cosmética Gallega, una entidad que acaba de comenzar su andadura. Así, uniendo a las empresas se da a conocer, entre otras cosas, el potencial del sector en la comunidad. «Fomentamos las prácticas sostenibles, como el consumo local, la innovación y la competitividad de las marcas, y se visibiliza además nuestra calidad a nivel nacional e internacional».