Este inversor asegura que el presidente argentino es «el único líder del libre mercado en este momento»
11 ago 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Cada vez que Stan Druckenmiller (Pittsburgh, Pensilvania, 1953) pone su dinero en un determinado valor, el mercado fija su atención sobre el mismo. A pesar de que su nombre no se ha colado entre las habladurías de la gente del común, este inversor es un gran conocido para aquellos que pasan sus días estudiando los parqués de todo el mundo. No en vano, su saber hacer le ha permitido colarse en el puesto 425 de la lista que Forbes realiza de las mayores fortunas del mundo.
Y para fortuna del recién estrenado presidente argentino, ahora Druckenmiller parece haber puesto su ojo inversor en el país andino. Del mismo Javier Milei, el americano ha llegado a decir que se trata del «único líder del libre mercado en este momento». Y como dicen que las palabras se las lleva el viento, Druckenmiller no solo se ha deshecho en elogios, sino que también ha abierto su hucha para apoyar con dinero sus declaraciones. Tal y como él mismo declaró, el discurso que Milei ofreció a los asistentes al foro internacional Davos hace seis meses, fue suficiente razón para que él se convenciera de adquirir acciones de cinco empresas argentinas.
Eso sí, para elegir dónde poner el dinero, Druckenmiller volvió a echar mano de su gran aliada: la inteligencia artificial. Esta tecnología se ha convertido en una especie de mano derecha a la hora de purgar qué valores pueden ser más interesantes: «Abrí Perplexity (una herramienta de IA) y le pedí que me diera los cinco ADR (American Depositary Receipt) más líquidos de Argentina. Me dio una descripción suficiente para seguir la regla de George Soros: ‘Invertir y luego investigar’. Los compré todos y luego hicimos algunos trabajos en ellos para, a continuación, aumentar mis posiciones. Hasta ahora ha sido genial», aseguraba en una entrevista en la cadena americana CNBC.
El nombre de George Soros ha sido determinante en la vida de este inversor. Nacido en una familia de clase media que vivía en los suburbios de Filadelfia, Druckenmiller se graduó en economía en la Bowdoin College, para a continuación obtener una maestría en Economía en la Universidad de Michigan. Los que pasaron aquellos años con él cuentan que siempre fue un estudiante brillante y desde los primeros años mostró un fuerte interés por los mercados financieros. Hay quien dice que, durante esta etapa, se convirtió también en un excelente jugador de Blackjack, llegando a ganar una cantidad considerable de dinero en Atlantic City con la que consiguió pagar parte de sus estudios en la universidad. Al terminar sus estudios, entró a trabajar como analista en Pittsburgh National Bank y en 1981 decide poner en marcha su propio fondo de cobertura.
Y poco tiempo después aparece Soros en su vida. En 1988, el magnate de las finanzas contrata a Druckenmiller como gestor de cartera de su famoso fondo de cobertura Quantum Fund. Y lo hace con gran maestría pero también con alguna polémica. Porque pasará a la historia el papel que Soros y Druckenmiller protagonizaron en 1992 en la conocida como Operación Pata de Paloma. Los dos inversores decidieron apostar contra la libra esterlina, jugando un papel clave en la crisis que se desató después pero, eso sí, llevándose 1.000 millones de ganancias.