Cuidar el mar y salvar vidas en Galicia

Isabel Novo Corti DIRECTORA DEL INSTITUTO UNIVERSITARIO DE ESTUDIOS MARÍTIMOS Y CATEDRÁTICA DE ANÁLISIS ECONÓMICO UDC. MIEMBRO DE ECOBAS.

MERCADOS

EDUARDO PEREZ

15 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

Un sábado de finales de agosto de este año, los vecinos de la zona del paseo marítimo, en A Coruña, amanecieron algo antes de lo previsto en un día de descanso veraniego, debido al sonido del helicóptero de salvamento marítimo. Quienes residen en esta zona conocen muy bien el sonido y siempre lo reciben con congoja y expectación. Saben que no supone nada bueno. ¡Se han activado las operaciones de salvamento marítimo! En esta ocasión, se trataba de una falsa alarma ocurrida en la playa del Orzán que resultó innecesaria, tras descubrirse que la persona buscada se encontraba en su casa, lo que provoca la necesaria reflexión sobre esta situación que se repite en más ocasiones de lo deseado.

Las operaciones de salvamento marítimo están diseñadas para proteger el incalculable valor de una vida humana, independientemente del coste que pueda suponer. A pesar de que para salvar una vida en el mar los costes pueden ser elevados (en torno a los 9.000 euros por hora) se trata de un esfuerzo completamente justificado. Aunque la sostenibilidad del servicio de salvamento marítimo (Sasemar) requiera un presupuesto importante, el imperativo moral de proteger la vida humana está por encima de estas consideraciones cuantificables en euros, que se pueden considerar la mejor inversión si se logra devolver a una persona a su hogar tras una situación de alto riesgo en el mar. Sin embargo, la responsabilidad individual y colectiva de maximizar las precauciones para evitar «falsas alarmas» que desencadenan las actuaciones de salvamento, no puede ser obviada. Es una responsabilidad cívica, por respeto a las personas que destinan su esfuerzo a esta tarea y por respeto a los esfuerzos presupuestarios de las Administraciones.

Este servicio, además de proteger la vida humana en la mar, tiene la misión de controlar el tráfico marítimo y cuidar del medio ambiente. Atiende cualquier emergencia que pueda acontecer en los 1,5 millones de kilómetros cuadrados de zona marítima asignada a España en materia de búsqueda y salvamento. En Galicia se encuentran tres de los veinte centros de coordinación de Salvamento Marítimo españoles. Están ubicados en Fisterra, A Coruña y Vigo, bajo la Dirección General de Marina Mercante. En el 2022 se han encargado de gestionar el rescate, asistencia o búsqueda de 998 personas, un 38 % más respecto al año anterior. Según datos del portal de transparencia de Salvamento Marítimo (Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible), llevaron a cabo 553 actuaciones marítimas, siendo el de Fisterra el más activo, con 625 personas rescatadas, seguido de A Coruña con 238 y Vigo con 135.

Además de rescatar vidas, Salvamento Marítimo en Galicia desempeña un papel crucial en la protección del medio ambiente marino (en el 2022, se realizaron 45 actuaciones destinadas a combatir la contaminación y preservar los ecosistemas marinos, fundamentales para la economía). Adicionalmente, otra labor importante es el control del tráfico marítimo, donde es destacable el centro de Fisterra, una de las áreas más transitadas del Atlántico, que supervisó 36.964 buques (en el 2022), a través del Dispositivo de Separación de Tráfico, fundamental para reducir el riesgo de accidentes en una región de alto tránsito.

Esta unidad es muy reconocida en Galicia, un territorio que ha perdido a demasiadas personas en el mar, y merece la gratitud, no solo por su capacidad para salvar vidas, sino también por su impacto en la economía y la sostenibilidad ambiental, y también merece que los ciudadanos asumamos nuestra responsabilidad individual, evitando acciones imprudentes que desvíen recursos necesarios para emergencias reales.