Las farmacéuticas acuden a África

María Puerto PEKÍN

MERCADOS

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La apertura de nuevos mercados farmacéuticos está detrás de la iniciativa china de abrir nuevas fábricas con entidades privadas africanas para producir medicamentos

29 dic 2024 . Actualizado a las 05:00 h.

 Las grandes farmacéuticas chinas se expanden por el continente africano buscando nuevos mercados. El objetivo no es solo vender medicamentos y material sanitario, también producir en África. Gigantes como Shanghái Fosun Pharmaceutical están invirtiendo en la construcción de una fábrica en Abiyán (Costa de Marfil) para producir antibióticos y antipalúdicos. En Zambia, se ha firmado una acuerdo para que la china Jijia International Medical Technology Corporation fabrique vacunas contra el cólera y en Nigeria empresas chinas producirán retrovirales para el tratamiento contra el VIH. Son algunos ejemplos de la apuesta de China por tener una importante presencia en África.

Pekín apoya las iniciativas de sus empresas bajo el paraguas de lo que se conoce como «Ruta de la Seda de la Salud», uno de los vértices del gran proyecto de «la Franja y la Ruta» lanzado en el 2013 para conectarse con el mundo a través del desarrollo de nuevas infraestructuras y rutas comerciales.

En el último Foro de Cooperación China-África celebrado en Pekín, el presidente Xi Jinping se comprometió a acelerar la presencia de empresas chinas para producir en África medicamentos y también equipos médicos a través de acuerdos de coinversión con corporaciones y entidades privadas africanas.

Mientras que los proyectos de grandes infraestructuras para construir puertos, carreteras y ferrocarriles en África se han ralentizado, el sector de la salud puede servir para diversificar las inversiones chinas. El menor crecimiento económico del gigante asiático le induce a ser menos expansivo en sus inversiones. Pero también se ha encontrado con críticas de los países africanos por el endeudamiento que han provocado los grandes megaproyectos. En cambio, el sector de la salud genera buena imagen y es un campo casi virgen en África, que necesita desarrollarse para cubrir necesidades vitales. A parte de producción de medicamentos China también está dispuesta a construir hospitales y suministrar equipos médicos.

Mientras que en China la población decrece por lo que las farmacéuticas verán saturado su mercado interno en el futuro, África es un continente joven con pocos servicios sanitarios. Además, el sector chino, al igual que el indio, produce muchos medicamentos libres de derechos y a precios baratos.

La fábrica que construye Shanghái Fosun Pharmaceutical en Abiyán está a punto de completar su primera fase. Espera crear un millar de puestos de trabajo directos. Se especializará sobre todo en medicamentos para combatir la malaria. La OMS calcula que en el África subsahariana se registran el 95 % de las muertes por Malaria.

En Zambia la fábrica de vacunas contra el cólera cuenta con una inversión de 37 millones de dólares (35,5 millones de euros) y el objetivo es que abastezca a toda la región.

La planta de retrovirales en Lagos (Nigeria) supone una inversión de cien millones de dólares (96,1 millones de euros) y estará terminada en el 2027. Se calcula que en Nigeria hay más de dos millones de enfermos del VIH y hasta el momento todos los medicamentos se tienen que importar.

Pekín quiere mejorar su imagen y ha insistido en su voluntad de ayudar a proporcionar vacunas a los países pobres o en desarrollo en el sur global.

El único tropezón ha sido el covid. China se comprometió a hacer llegar a los países con pocos recursos su vacuna, que era del tipo inactivada y no necesitaba conservarse frío, en una gran campaña de promoción. Pero la falta de transparencia sobre su efectividad y la aparición de las vacunas de ARN mensajero, como la de Pfizer, más fiables, dañó su imagen.

Respecto a los proyectos de construir plantas de producción en países como Indonesia o Brasil nada se sabe, y en China una de las dos farmacéuticas, Sinovac, dejó de fabricarla a principios del 2024 aduciendo que no había demanda.