
El sistema de pensiones francés tendrá un déficit de 6.600 millones de euros en el 2025, según el informe encargado por el Gobierno al Tribunal de Cuentas, y se estabilizará en torno a esa cantidad hasta el 2030. A partir de ahí, se irá degradando hasta los 15.000 millones en el 2035, y en torno a los 30.000 millones en el 2045. La reforma de las pensiones del 2023, que aumenta en dos años la edad de jubilación, aportará 10.000 millones de euros de aquí al 2030. Pero su efecto será «menor» a partir del 2040, y los beneficios para el equilibrio financiero del sistema disminuirán a causa del aumento de la esperanza de vida. Una nueva reforma que retrase un año más la edad legal de jubilación tendría impacto a corto plazo, no así las cotizaciones.