
La firma con sede en Lalín cumple 25 años superando los 15 millones de facturación, con delegaciones en Santiago y León y una filial en Portugal
01 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Argimiro Fernández Janeiro (Dozón, 1974) no necesita mirar el calendario para saber que el 5 de junio del 2000 fue lunes. Tiene la fecha grabada en su trayectoria empresarial: fue el día en que, con otras tres personas, entró a una nave vacía en el polígono Lalín 2000 que pronto llenó de mercancía. Era el inicio de Gallega de Suministros Industriales (GSI), una idea que el empresario había comenzado a gestar dos años antes, cuando regentaba con su hermano una pequeña ferretería en Dozón y visitó en el País Vasco la empresa Unceta. Fue la referencia de lo que él quiso hacer en Galicia: «Faltaba aquí un provedor integral, non había ninguén cun catálogo global de produtos. Así que propúxenme subministrar de ferraxería industrial a protección laboral, para dar ao cliente nun só provedor unha cobertura integral. Así xurdiu GSI, con toda a ilusión e as ganas, e un préstamo de 60.000 euros para empezar».
Fernández Janeiro recuerda el primer catálogo de la empresa, con recortes en blanco y negro que llevaban a una imprenta coruñesa, hasta reunir menos de 2.000 referencias. Hoy son más de 25.000 las que tienen en stock, y de aquellos cuatro trabajadores iniciales GSI ha pasado a 54 operarios en plantilla, entre sus centros de Galicia, León y su filial de Portugal. La empresa mantiene en Lalín su plataforma central y sus oficinas principales, y cuenta con delegaciones en el santiagués polígono del Tambre y en León; en Viana do Castelo está la sede de GSI Distribuiçao, constituida en el año 2018. Fue un salto al mercado luso para acompañar a sus clientes que se fueron a aquel país, sobre todo del sector auxiliar de automoción: «Vimos a oportunidade porque é un mercado atractivo, en crecemento, quedámonos alí e estanos indo ben».
Para ser el proveedor global que Argimiro proyectó, GSI proporciona a sus clientes herramientas de mano, eléctricas, abrasivos, equipamientos de mantenimiento industrial, químicos, tornillería y fijación y todo tipo de elementos de protección laboral. Con más de 2.400 clientes en Galicia, abastece a doce sectores diversificados, desde el naval a la automoción, servicios, renovables o alimentario. De 800.000 euros de ventas en su primer ejercicio ha pasado a cerrar el año 2024 con una facturación consolidada por encima de los 15 millones.
El empresario apunta su idea de ampliar mercado, pero tiene claro que será a través de un crecimiento orgánico, descartando comprar otras firmas: «Un crecemento natural é no mercado portugués: estamos implantados no norte e iremos medrando cara o sur; en España, será por efecto mancha, desde León; en Galicia temos o 80 % do negocio».
En la comunidad, GSI es líder en vending industrial. Son 80 las empresas que cuentan en sus instalaciones con máquinas expendedoras en las que sus operarios pueden retirar, con su tarjeta de trabajo, desde elementos de protección laboral como guantes, gafas o mascarillas, a suministros industriales: «Desenvolvemos un software propio que permite á empresa parametrizar todo, desde decidir que mercancía pode retirar cada empregado ata o horario no que pode facelo, e levar un control en tempo real, mesmo no seu teléfono móbil, de todos os consumos e parámetros».
Desde el 2014, la compañía organiza la feria bienal Expoferr en el recinto ferial de Silleda: «É a feira privada líder a nivel nacional, con 3.800 visitantes, que son clientes, na última edición. Estamos GSI e os nosos fabricantes, que achegamos así ao cliente final». Janeiro destaca que van de la mano de las primeras marcas, y tienen dos propias: Sinex y Brea Prof, que abarcan herramienta de mano y eléctrica junto a protección laboral: «Temos así unha alternativa cun prezo un pouco máis económico, pero sempre co mesmo estándar de calidade».
Es la trayectoria de 25 años de una pyme de tamaño medio, a medio camino entre las multinacionales y las ferreterías locales: «É unha posición agridoce, pero convertemos en fortalezas as debilidades deses outros dous modelos. Para as grandes, o cliente é un número, mentres nós dámoslle un trato personalizado, con acompañamento e proxectos a medida; sobre os pequenos, nós damos maior amplitude de gama, apoio técnico e competimos en prezo», señala el gerente de GSI.