
El sector primario, pilar de la economía mundial y motor de desarrollo social y territorial que abarca la agricultura, la ganadería, la pesca y la silvicultura, se enfrenta a grandes retos como el cambio climático, la falta de relevo generacional, la necesidad de innovar y el desafío para seguir alimentando a una población creciente. Para seguir siendo competitivo necesita adaptarse a los nuevos tiempos abrazando la tecnología, apostando por la sostenibilidad y respondiendo a las demandas de un consumidor cada vez más consciente y exigente. Y lo está haciendo bien, pues el sector primario ha presentado en el 2024 su mejor producción de la historia, 68.300 millones de euros, con un crecimiento del 8,5 % que triplica el crecimiento de la economía española en su conjunto.
Tanto en la UE como en España los obstáculos para seguir avanzando vienen del exceso de burocracia y de la competencia desleal propiciada por las autoridades al aceptar la importación de productos con menores niveles de exigencia que los que exige al producto local. Pero a pesar de ello, la evolución nacional es buena y arroja una cifra récord de producción, renta agraria y exportaciones en el 2024. Y además con buenas perspectivas para el futuro inmediato.
En este escenario, Galicia tiene mucho que decir. Líder en la pesca y en la acuicultura, la comunidad gallega se ha posicionado como un referente en la producción de alimentos del mar de alta calidad. Esa misma apuesta la vemos en la ganadería y en la agricultura. E igualmente importante es su apuesta por la sostenibilidad, con el desarrollo de la agricultura ecológica y la regenerativa. Seguir en esta senda de crecimiento pasa por apostar por la innovación, apoyar la formación y promover la colaboración entre productores, sus cooperativas, los centros de investigación y las administraciones públicas. El objetivo común: poner en valor la calidad gallega, diversificar mercados y así garantizar un futuro próspero para sus comunidades rurales.