
AtlanTTic se ha aliado con Samsung para crear que combina IA y videojuegos para cribar problemas de memoria en mayores
15 jun 2025 . Actualizado a las 05:00 h.Una larga trayectoria de investigación ha culminado en un proyecto de transferencia entre la Universidade de Vigo y Samsung que tiene por objetivo detectar de manera temprana los signos de deterioro cognitivo en las personas mayores. El nombre no puede ser más descriptivo: The mind guardian, una aplicación que utiliza juegos para testar la memoria de las personas que lo utilizan y que está dentro del programa Tecnología con propósito de Samsung España.
La aplicación, en la que además del centro de investigación atlanTTic ha participado la firma viguesa Innatial, es capaz de cribar —que no diagnosticar— los signos de deterioro cognitivo a través de tres juegos. El primero es un paseo por un pueblo en el que aparecen diferentes objetos que luego habrá que recordar, lo que permite testar la memoria episódica. En el segundo, se van presentando una serie de tarjetas y hay que relacionarlas con una tercera para comprobar cómo funciona la memoria semántica, la que ayuda a reconocer el significado de las cosas. En el tercer juego hay que seguir una rueda que gira con el dedo. Esto mide la memoria procedimental, que es la que permite hacer cosas casi de manera intuitiva. Es la que está relacionada con actividades como conducir, por ejemplo.
Un sistema de inteligencia artificial es el que procesa la información y dice si ha signos de deterioro cognitivo. En el caso de que así sea, recomienda repetir la prueba a los seis meses. De volver a detectar signos de deterioro cognitivo, la aplicación elabora un informe que contiene la base científica y que argumenta la conclusión para que pueda presentarse al personal médico, que es el que sí tiene capacidad diagnóstica.
The mind guardian está avalado por las sociedades médicas de neurología, atención primaria y psiquiatría como una herramienta de cribado eficaz. Está diseñada para su uso en tabletas, lo que minimiza que puedan interferir cuestiones como poca visibilidad, algo que podría ocurrir en pantallas más pequeñas como la de un smartphone.
Además, uno de los retos técnicos para su desarrollo ha sido el de la protección de datos. Todo el proceso de análisis se hace dentro de la propia aplicación, con lo que no se envían datos fuera para ser procesados. Ni se transmite ni se captura ningún tipo de dato personal, tan solo la edad y el sexo. «Existe la opción de compartir datos para su posterior explotación científica, para mejorar los algoritmos, pero incluso estos datos son totalmente anónimos», explica Luis Anido. Y, desde luego, no se comparte nunca si efectivamente hay signos de deterioro cognitivo.
La aplicación es el fruto de una trayectoria que arrancó en el 2010, cuando Luis Anido y Manuel Fernández, catedráticos de Telecomunicaciones, comenzaron a trabajar en la aplicación de las tic para mayores en entornos de televisión interactiva antes de la irrupción de las smart TV. Posteriormente, y ante el avance de la inteligencia artificial, la profesora Sonia Valladares (USC) presentó una tesis en la que exploraban la combinación de videojuegos e IA para la detección precoz de demencia y alzhéimer. Samsung conoció el proyecto y en el 2023 comenzaron a colaborar.
Para ellos, un respaldo así «tiene un efecto multiplicador sin precedentes», dice Luis Anido sobre los beneficios mutuos que tiene el trabajo compartido entre universidad y empresa. Manuel Fernández, por su parte, destaca la capacidad que tiene la academia de funcionar como un laboratorio de I+D no de multinacionales, sino de empresas más pequeñas que no tienen una gran estructura de innovación.