Toda una vida al volante

MERCADOS

14 sep 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

La semana pasada les hablaba en estas líneas de Lisa Cook, gobernadora de la Reserva Federal estadounidense convertida ahora por Trump en chivo expiatorio de los que el mandatario considera desaires de la institución (se resiste a bajar los tipos de interés como le reclaman desde el Despacho Oval.

Pues bien, esta semana le toca el turno a otra víctima de las obsesiones del presidente estadounidense. Se trata del español José Muñoz (Palma de Mallorca, 1965), consejero delegado y presidente de Hyundai Motor Company desde el pasado mes de enero. Todo un hito histórico para la compañía, que nunca antes había estado dirigida por un extranjero.

Pues bien, resulta que la ofensiva migratoria del presidente Trump se ha convertido en todo un quebradero de cabeza para el directivo español después de que 475 trabajadores, la mayoría surcoreanos, de la planta de baterías que Hyundai tiene en Georgia fuesen arrestados hace unos días en una macro redada del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas. Ya están de vuelta en su país, después de que Seúl negociase su liberación con las autoridades estadounidense y fletase un avión para repatriarlos.

Y no solo para Muñoz. También para el resto de las empresas extranjeras con intereses en suelo estadounidense. Otra contradicción más de las de Trump. Y es que, no entiende una que por un lado se deshaga el mandatario en llamamientos a las compañías foráneas para que inviertan en el país, alimentado con ello el músculo industrial de la primera potencia del mundo y, por otro, las fustigue con el látigo migratorio. En fin, esas cosas que solo él entiende.

El caso es que a Muñoz le ha creado un serio problema. Tanto, que le ha pedido a sus directivos que posterguen cualquier viaje de negocios que tuviesen planeado hacer a Estados Unidos. Todos menos los absolutamente imprescindibles para el grupo que dirige este doctorado en ingeniería nuclear por la Universidad Politécnica de Madrid, que lleva toda la vida subido a un coche. Comenzó en la industria del automóvil en el año 1989 y ha pasado por compañías como Citroën, Daewoo, Toyota o Nissan. Desde esta última dio el salto a Hyundai, en el 2019. Fue el elegido por la compañía surcoreana para ocupar la dirección de Operaciones de la firma. En Nissan estaba considerado como uno de los hombres de confianza del autodefenestrado Carlos Ghosn, acusado por Japón de delito fiscal por haber falseado sus ingresos como presidente del fabricante automovilístico y protagonista de una rocambolesca fuga del país asiático dentro de una maleta. Pero, esa, es otra historia.

Cuando Hyundai lo fichó, lo hizo para, entre otras cosas, revitalizar las ventas y elevar la rentabilidad de sus actividades en Norteamérica. Aquel encargo lo cumplió con creces. Y eso asfaltó su ascenso. Ahora Muñoz fija otra vez la vista en ese territorio que conoce tan bien. Claro que ahora su presidente es más de bandazos que los de otros tiempos.

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