Syd Mead: más allá de Orión

Ignacio Ferreiro Gonzalez

MOTOR ON

El trabajo de un diseñador e ilustrador que se denominaba a sí mismo «futurista visual», Syd Mead, tendría una enorme repercusión en el mundo del cine con su participación en películas míticas como «Tron» o «Blade Runner». Pero abarcaría muchas otras facetas, desde la ilustración y el diseño industrial hasta la arquitectura.

09 feb 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

El pasado 30 de diciembre fallecía en su domicilio de Pasadena Syd Mead, un diseñador que, tras pasar por la industria del automóvil, el mundo de la ilustración, el diseño industrial y la arquitectura, terminaría convirtiéndose en una figura imprescindible, y posiblemente irrepetible, en el diseño de los mundos utópicos y futuristas que solo la gran pantalla puede aún mostrarnos.

Nacido en julio de 1933 en Saint Paul, Minnesota, Sidney Jay Mead se mudaría con su familia a Colorado Springs, donde terminaba la escuela secundaria. Con un enorme talento para el dibujo y fascinado por la ciencia ficción desde su infancia, su primer trabajo sería en la Alexander Film Co. como creador de personajes e ilustrador de fondos. Se unía después al cuerpo de ingenieros del ejército americano para prestar servicio durante dos años en Okinawa, Japón, tras lo cual cursaría estudios en la Art Center School de Los Ángeles, graduándose con Gran Distinción en 1959. Incorporado después al Centro de Diseño Avanzado de Ford Motor Company en Dearborn, Michigan, donde trabajaría durante poco más de dos años, colaborará con diseñadores como Alex Tremulis en el desarrollo de prototipos con los que Ford exploraba los automóviles del futuro, como el Gyron, un vehículo de dos ruedas estabilizado mediante giroscopios.

Mead abandonaba la Ford para trabajar como ilustrador y diseñador para empresas como Hansen Co., Allis-Chalmers o Celanese, pero sus trabajos más vistosos en este período serán los realizados para United States Steel, para la que se encargaría de publicaciones anuales ilustradas con sus visiones del futuro, hasta que en 1970 establecía su propio estudio, Syd Mead Inc. -inicialmente en la ciudad de Detroit, y trasladado posteriormente, en 1975, a California-, desde el que trabajará tanto para empresas estadounidenses como europeas, entre las que destacaba la holandesa Philips, abarcando desde la ilustración y el diseño industrial hasta el diseño de interiores y la arquitectura. Ya en la década de los 80, a su cartera de clientes se sumarían importantes compañías japonesas como Sony, Minolta, Dentsu, Mitsukoshi y Honda.

COCHE COMPARTIDO

Durante su colaboración con Philips en los años 70, mucho antes de que imaginásemos lo que sería el carsharing, Mead desarrollaría un concepto de automóviles de uso compartido: una flota de pequeños vehículos para su uso en el centro de Amsterdam, resultado de un plan elaborado por el Gobierno holandés en colaboración con el fabricante. Adelantándose también a su tiempo, plantearía en aquella década el concepto de un chasis para automóviles sobre el que podían colocarse diferentes tipos de carrocería.

Pero el trabajo por el que finalmente Mead se convertirá en un personaje conocido y admirado será el desarrollado para estudios de cine, que comenzará en 1979 con su colaboración en la película Star Trek, a la que seguirían muchas otras como Tron, 2010, Alien, Cortocircuito, Timecop, Misión Imposible III, Johnny Mnemonic, Elysium o Tomorrowland. De entre todas ellas Blade Runner (1982) será la más recordada y una de las que contará con mayor participación de Mead, que se encargará de diseñar máquinas, vehículos y ambientaciones; colaboración que repetiría en la reciente secuela Blade Runner 2049.

Sumará a su trabajo profesional su faceta como conferenciante y divulgador, las exposiciones de sus diseños e ilustraciones, y una autobiografía publicada en el 2018: Un futuro recordado.

Reconocido por la industria del cine con premios como el Visionary Award de la Visual Effects Society de 2016 o el Art Directors Guild de 2018 por su participación en Blade Runner 2049, Syd Mead fallecía tan solo unas semanas antes de ser homenajeado en los premios del Sindicato de Directores de Arte, que tenía previsto entregarle el pasado 1 de febrero en Los Ángeles, dentro de su ceremonia de premios anuales, el galardón honorífico William Cameron Menzies.