La sexta generación del Opel Astra se pone al día con dos motorizaciones híbridas enchufables. Con un diseño moderno pero sin extravagancias, destaca por su capacidad de aceleración y una autonomía eléctrica de más de 60 kilómetros.
14 may 2023 . Actualizado a las 23:38 h.El Opel Astra mide 4,37 metros de largo y su última generación ha supuesto una profunda remodelación, incorporando el lenguaje de diseño de los nuevos modelos de la marca alemana. Es un coche muy atractivo, con una línea de 5 puertas muy limpia y ordenada, sobresaliendo sus faros y pilotos rasgados y algunos detalles como la gran antena de aleta de tiburón en el techo o la tercera luz de freno, situada en el centro del alerón que remata la parte superior del portón trasero.
El interior es, a primera vista, bastante vanguardista, una impresión que se extrae de la gran superficie estilo tableta que corona el salpicadero, y que alberga el cuadro de instrumentos y la pantalla multifunción. Las líneas rectas y la combinación de materiales y colores diferentes en las diversas molduras y embellecedores le dan un aspecto tecnológico y avanzado. Pero a diferencia de otros competidores, en este Astra todo está pensado de una forma lógica y racional, tanto la disposición de los mandos como la configuración de los menús digitales. Es muy intuitivo y rápidamente nos familiarizamos con un puesto de conducción que ofrece una buena visibilidad por la luneta trasera.
Los asientos de esta versión son calefactados, al igual que el volante, y cuentan con banqueta extensible. Hay muchos huecos para dejar objetos y la mayoría de ellos con tapa, como el que cuenta con conexiones USB-C para cargar el móvil, un portagafas forrado de terciopelo, el espacio de los posavasos o la guantera que va en medio de los asientos. Practicidad y un buen ajuste de todas las piezas son la tónica dominante.
Los pasajeros de atrás cuentan con un espacio correcto para las piernas y el túnel de la transmisión no sobresale demasiado, así que el del medio (cuando se use) podrá ir más cómodo. Disponen de salidas de aire propias y de un reposabrazos central con huecos para bebidas. Abatiendo los respaldos queda una superficie plana con el piso del maletero. Este tiene una capacidad de 352 litros, 70 menos que en las versiones de gasolina, porque debajo está situada la batería de iones de litio del sistema híbrido. Levantando una trampilla encontramos un hueco para el cable de carga y el kit antipinchazos, así todo queda oculto a la vista y ordenado.
DE O A 100 EN 7,6 SEGUNDOS
El Astra PHEV combina un motor de gasolina de cuatro cilindros y 1.598 centímetros cúbicos, turboalimentado, que rinde 150 caballos; y otro eléctrico, situado en el eje delantero, que da una potencia equivalente a 110 CV (81 kW). Sumados, el coche ofrece 179 caballos de potencia total y un par máximo de 360 Nm, suficiente para acelerar de 0 a 100 km/h en solo 7,6 segundos. Es una cifra sobresaliente y a la que contribuye, además de la mecánica descrita, un peso contenido (tratándose de un híbrido enchufable) de 1.678 kilos.
La caja de cambios automática de 8 velocidades tiene un funcionamiento tan suave que no notamos ningún salto entre marchas. La agilidad es la tónica dominante y no hace falta pisar a fondo el pedal para que el coche salga propulsado con decisión, así que es un coche muy agradable de conducir. La suspensión, ni muy dura ni muy blanda, hace del Astra un vehículo estable y que se comporta muy bien en curva.
Hay tres modos de marcha: Sport, en el que se endurece la dirección y aumenta el régimen de revoluciones del motor de combustión; Híbrido, en el que el coche decide cuándo tirar de la energía almacenada en la batería de ion-litio; y Eléctrico, en el que se circula de forma continua en modo cero emisiones. En este último podemos recorrer un máximo de 67 kilómetros, así que la mayoría de los recorridos diarios por ciudad y alrededores (en urbes de tamaño medio como las de Galicia) están cubiertos. El modo E-Save permite establecer una reserva de autonomía (10, 20, 30 kilómetros…) de la que no queremos que baje y para ello utiliza el motor de combustión para ir recargando la batería: el consumo aumenta, pero podremos neutralizarlo al utilizar más tarde esos kilómetros eléctricos.
Con una capacidad de 7,4 kW, la batería tarda en cargarse 3,8 horas en un punto a 4,7 kW y 1,9 horas en uno a 7,4 kW (el máximo que admite), siempre en corriente alterna.
Nuestra unidad de prueba llevaba el acabado GS Line, que incluye control de crucero adaptativo y asistente de cambio involuntario de carril, cámara de visión de 360 grados, retrovisores calefactables, acceso sin llave, asientos deportivos, pedales de aluminio y techo en negro.
El paquete Ultimate (3.700 euros) añade alerta de tráfico cruzado trasero, detector de vehículos en ángulo muerto, faros Pixel LED adaptativos, head up display, parabrisas con calefacción, techo solar practicable, equipo de audio premium con ocho altavoces y subwoofer, cargador inalámbrico para móviles, navegador y llantas de aleación de 18 pulgadas.
El Opel Astra PHEV está disponible desde 39.000 euros y hay una versión GSe con un acabado más completo y en el que el motor de gasolina eleva su cifra de caballos a 181, con lo que la potencia total es de 224 CV. No es mucho más rápido (solo gana una décima en el 0 a 100), pero tiene un enfoque más deportivo, con una suspensión más firme y una puesta a punto diferente de la dirección y el control de estabilidad. Su precio parte de 40.890 euros.
Su autonomía eléctrica sirve para la mayoría de los recorridos urbanos diarios