Evolución del Mini con más carisma

Por Juan Ares

MOTOR ON

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La versión Cabrio del Mini, con su capota de lona y sus aires sesenteros, tiene una personalidad única en el mercado y ahora mejora todavía más sus prestaciones y las sensaciones al volante.

16 mar 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya de la mano de BMW, el Mini Cabrio vio la luz a principios de este siglo, convirtiéndose en un modelo deseado. Ahora mismo alcanza ya su cuarta generación, que se pone a la venta para completar la gama de una marca que ya posee modelos de tres y cinco puertas cerrados, así como el grandullón Countryman y el Aceman.

Para el Mini Cabrio hablamos de unas medidas de utilitario y ciudadano, con sus 3,88 metros de largo en carrocería de dos puertas, cuatro plazas (las de atrás no son para tirar cohetes) y un maletero de 215 litros muy apañadito. Por delante mantiene sus típicos faros redondeados y una parrilla octogonal, además de llantas de hasta 18 pulgadas.

En el interior sigue presumiendo de una pantalla única en el mercado mundial, que es redonda, en honor a los inicios de este modelo, táctil con tecnología OLED y de 24 centímetros de diámetro; dentro del coche se ve enorme y ahora se maneja con el nuevo sistema operativo Mini 9.

La gama de motores todavía no contempla ninguna opción electrificada, raro en el grupo BMW, y mantiene tres motores de gasolina de 2 litros y cuatro cilindros con cambio automático. Las potencias son de 163, 204 y 231 caballos —el último es el John Cooper Works—, con precios, respectivamente, de 33.350, 35.850 y 43.640 euros.

Lo que sí se puede elegir es entre una variada gama de colores, de llantas y de tapicerías, y también una capota de lona especial llamada Union Jack que recuerda la bandera británica, en un tributo a sus orígenes.

En el caso de la versión alta, la John Cooper Works, manifiesta al volante una firmeza en sus reacciones, proverbial en Mini, comportándose muy eficazmente en curvas, aunque el ruido del motor sea ostensible. Sin duda, el Mini Cabrio es un modelo de culto, hecho para clientes especiales que quieren significarse en la maraña de modelos más anodinos que ahora imperan en el mercado.

La capota se abre en solo

18 segundos pulsando un botón, a una velocidad de hasta 30 km/h