
Con un bloque compacto de tres cilindros y 1,2 litros, el nuevo Citroën C3 es ágil y agradable de conducir. Tiene mucha altura al techo en las plazas delanteras y el nuevo diseño de la marca de los chevrones le aporta empaque y un aspecto moderno.
20 abr 2025 . Actualizado a las 05:00 h.E l nuevo Citroën C3 está disponible en tres versiones: gasolina de 101 caballos, híbrida (no enchufable) de 110, y cien por cien eléctrica (ë-C3) de 113 CV. Hemos probado la primera de ellas, que nos parece muy interesante porque también es la que parte de un precio más bajo, 15.240 euros, mientras que las otras rozan o superan ampliamente los 20.000 euros. De hecho, el C3 100 Turbo es uno de los coches más económicos del mercado actualmente, solamente superado por el Dacia Sandero —que es más lento acelerando— y el Seat Ibiza —que tiene 20 caballos menos—.
Vayamos al grano. ¿Por qué nos ha gustado tanto este motor de combustión? Es un tres cilindros de 1.199 centímetros cúbicos que hace el 0 a 100 km/h en 10,6 segundos. El híbrido es un poco más rápido (9,8 segundos) y ofrece un mejor consumo combinado (5 litros a los 100 kilómetros, por 5,6 del gasolina) y sobre todo en ciudad; pero cuando los metemos en autopista las cifras prácticamente se igualan (6 litros el híbrido y 6,1 nuestra unidad de prueba). Aquí influye sin duda el mayor peso del C3 Hybrid 110, alrededor de 100 kilos más que su hermano de gasolina, que se queda en unos livianos 1.226 kilos. Esos kilos de menos se notan en el comportamiento dinámico del coche, tanto en la agilidad a la hora de negociar las curvas como en las recuperaciones. Con el apoyo del turbo soplando desde bajas revoluciones, el resultado es una conducción muy agradable, el coche se nota suelto y además no es rumoroso.
La suspensión filtra bien las irregularidades y sujeta la carrocería en las zonas sinuosas, pero no vayamos a pensar que conducimos un deportivo. Es un coche para el día a día, con mucho espacio hasta el techo en las plazas delanteras, mientras que en las traseras queda menos margen porque el asiento está un poco elevado. Con 4,01 metros de largo, la distancia al suelo es de 19,7 centímetros; no sé si llamarlo SUV, pero hay muchos que se denominan como tal y tienen menos altura.
Exteriormente, el C3 ha abandonado las líneas redondeadas que caracterizaron las sucesivas generaciones de este modelo desde su lanzamiento en el 2002. El frontal y el diseño de faros y pilotos es más recto, con el emblema de los chevrones sobredimensionado. En el interior destaca un cuadro de instrumentos minimalista ocupando parte de una estrecha franja que va de lado a lado de la base del parabrisas; lo vemos por encima del volante, achatado en su parte superior e inferior. Es una solución elegante (aunque hubiéramos preferido un aro redondo), lo que no se entiende es la ausencia de cuentarrevoluciones en un vehículo con motor térmico. Con acabados mayoritariamente en tela y plástico de diversos tonos, la atmósfera que se respira en general es de un coche moderno y divertido, aunque en algunos detalles se han pasado de frenada: a alguien se le ocurrió coser a los reposabrazos de las puertas unas etiquetas naranja con leyendas motivadoras en inglés —feel good, be cool, be happy, have fun—. El nuevo C3 no lo necesita para ser guay.
Con precios que parten de 15.000 euros, el Citroën C3 es uno de los coches más económicos que hay actualmente en el mercado