Zontes 703F: desde china con amor

Por Javier Armesto

MOTOR ON

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Esta trail llega para romper el mercado: con un motor tricilíndrico de 95 CV, modos de conducción, quickshifter, parabrisas eléctrico, puños calefactables y hasta dos cámaras, por 7.992 euros no tiene rival.

18 may 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

Ya están aquí. Igual que en el sector del automóvil, el mundo de las dos ruedas ha visto en los últimos años un goteo incesante de modelos llegados directamente de China. Zontes, marca insignia del grupo Guangdong Tayo Motorcycle Technology, fundado en el 2003, apuesta fuerte con la nueva 703F, una trail que viene cargada con tantas chuches que su precio por debajo de los 8.000 euros va a hacer que muchos moteros se enamoren instantáneamente. Su diseño es muy atractivo, con un frontal sin «pico de pato» (lleva un guardabarros tradicional) pero con un doble faro separado bajo la careta perfilada por unas tiras de luces de día led. El gran cubrecárter de aluminio y un escape con triple salida —que petardea de maravilla— son otras señas de identidad de una moto que lleva una parte ciclo de auténtica campera: llanta de 21 delante y de 18 detrás, con unos neumáticos mixtos que están pidiendo que salgamos a lo marrón.

La posición de conducción es supercómoda, con un asiento muy rebajado para llegar bien al suelo, estriberas anchas —facilitan ponerse de pie en badenes y zonas irregulares— y un centro de gravedad que tiene que estar muy abajo porque no te crees los 236 kilos en orden de marcha. Claro que, si descontamos los 22 litros de gasolina del enorme depósito de gasolina, más el aceite, la Zontes 703F no es realmente un peso pesado. En cualquier caso, si mover una trail por carreteras reviradas es siempre una gozada, con esta te sorprendes de lo rápido que inclina y levanta.

El motor de tres cilindros y 699 cc tiene la ventaja de que es más elástico que un bicilíndrico, aunque la chicha está en la parte de arriba del cuentarrevoluciones —adonde no pudimos llegar porque nuestra unidad de prueba se encontraba todavía en rodaje—. Con 95 caballos, quizá le falte un poco más de cilindrada para tener un par mayor, pero que no se me entienda mal: a poco que gires el puño vas a ver tres dígitos en el velocímetro y subiendo. Tiene algunas vibraciones que se transmiten a los retrovisores, pero nada grave.

Si estás pensando que moto china es sinónimo de malos acabados y sin componentes pata negra, vete borrando ese cliché: suspensiones Marzocchi completamente regulables, y el monoamortiguador con depósito separado y bieletas; pinzas radiales delante, de cuatro pistones, y bomba de freno radial; llantas de radios cruzados y sin cámara, con neumáticos Michelin Anakee Adventure. Tiene dos modos de conducción (normal y Sport), embrague antirrebote y quickshifter (solo de subida) para cambiar de marcha sin apretar la maneta. La pantalla es eléctrica, aunque obliga a apretar un botón antes de pulsar otro para subirla o bajarla; los intermitentes van integrados en los paramanos, y no tienes que sacar el mando del bolsillo porque el arranque es sin llave y por detección de proximidad. Seguimos: puños calefactables, control de presión y temperatura de neumáticos, caballete central, un práctico compartimento lateral portaobjetos y dos tomas USB (A y C). Y lo que faltaba para redondear un equipamiento sobresaliente: cámara delantera y trasera Full HD con 128 GB de almacenamiento, gran angular y visión nocturna, para grabar nuestras rutas. Que todo esto tenga un precio de 7.992 euros, seguro incluido el primer año (solo mayores de 21 años), va a poner patas arriba el mercado trail de la media cilindrada.

La cámara delante y detrás con 128 GB de memoria permite grabar nuestras rutas