Refactory, la solución de Renault

Por Juan Ares

MOTOR ON

PRG PHOTOGENIC

10 ago 2025 . Actualizado a las 05:00 h.

¿Qué hacíamos con un coche viejo en Europa hace solo unos años? Pues sencillamente, dejarlo en cualquier chatarrería, término que se acuñaba entonces para lo que hoy son centros de reciclado de automóviles. Hace dos décadas la conciencia medioambiental de la población era mucho menos acusada que la actual. No nos preocupábamos mucho por los residuos y mucho menos por los automóviles que ya habían finalizado su vida útil.

Los tiempos han cambiado y aquellas chatarrerías se han convertido en centros de reciclaje en los que se separan las diferentes piezas de los automóviles que llegan a ellas. Las contaminantes van por un lado, para que no acaben ensuciando ríos, mares o montañas, y el resto se suelen reutilizar en gran parte, o incluso venderse como piezas de segunda mano para colocarse en coches que ruedan a diario.

Pero la economía circular del automóvil aún tiene más recorrido y Renault es uno de los grupos que ha puesto en marcha un plan más serio. Se basa en los Refactory, centros de reacondicionamiento de sus propios coches en los que recogen automóviles usados y les incorporan nuevas piezas o se adecentan las que todavía estén en uso para que el coche acabe como si fuera un seminuevo, dándole una nueva vida que se traducirá en miles de kilómetros más. Todo este proceso se hace, por supuesto, en grandes talleres, con los medios que solo un fabricante de automóviles tiene y con unos niveles de calidad y seguridad máximos. Es casi como pasarlos de nuevo por la fábrica.

Renault ha querido que España sea uno de los polos mundiales de este Refactory, ya que, tras haber implantado en el 2022 un primer centro en Sevilla, donde tenía ya un fábrica de motores, añade ahora un segundo centro en Valladolid, otro de sus centros productivos. Por ambas instalaciones pasarán a lo largo de este año alrededor de 6.000 vehículos, a los que se dará la segunda oportunidad.

En los tiempos que corren, donde cada vez ya ruedan más vehículos electrificados, son precisamente la baterías de los coches las que requieren un tratamiento más delicado, debido al alto poder contaminante que tienen los elementos que las componen. Para ello disponen de espacio para revisar y reponer las baterías que todavía puedan seguir utilizando en el propio vehículo o, en caso contrario, extraerlas y reacondicionarlas para almacenamiento industrial o doméstico. Hay que tener en cuenta además, que el 30 % de las piezas de los Renault que salen de sus fábricas ya son recicladas.

Los pasos de Renault, con sus marcas asociadas Alpine y Dacia, ya están siendo seguidos, e incluso imitados, por otros grupos industriales, porque, además de fomentar la economía circular, se crean puestos de trabajo y valor añadido a los coches viejos.