«Tenemos un problema de espacio y lo que no queremos son más coches en los centros urbanos», advierten desde la DGT, que cuenta con el apoyo de la Federación Española de Municipios y Provincias para conseguir ciudades más calmadas y más seguras.
07 dic 2025 . Actualizado a las 05:00 h.E l mensaje es muy claro. Hay que limitar el número de coches que entran en las ciudades. El paso previo es la creación de zonas de bajas emisiones en los cascos urbanos de las grandes urbes, una medida que restringe la entrada a los centros urbanos de vehículos que no sean eléctricos. Pero el veto al motor térmico ya no es suficiente. «Ahora parece que el coche eléctrico puede entrar en el centro de la ciudad y aparcar gratis. Pero el problema es el espacio, lo que no queremos son coches en el centro de la ciudad. No podemos llenarlo de coches eléctricos y tener otra vez el problema de la congestión, ahora con los eléctricos», adelanta el director general de Tráfico, Pere Navarro. Con esa visión del problema, el máximo responsable de la DGT apuesta por el transporte público como el único modo de acceder a la almendra de las ciudades. ¿En qué se basa? Lo justifica con la falta de sitio: «El espacio de las ciudades es limitado y no pueden asumir más coches».
ESPACIOS DE ENCUENTRO
La Dirección General de Tráfico no tiene competencias en la ordenación urbana de las ciudades, pero cuenta con el apoyo de los ayuntamientos para ejecutar el gran cambio hacia unas ciudades más verdes y más calmadas, es decir, sin la congestión, ruidos e incomodidades que provoca el tráfico de vehículos. Desde la Federación Española de Municipios y Provincias están de acuerdo con ese recorte al uso del coche privado en el centro de sus urbes. Luis Martínez-Sicluna, secretario general de esa entidad, advierte de la transformación que están viviendo las ciudades para «recuperar la calle como espacio de encuentro, y en el que la tecnología se ponga al servicio del interés público y la movilidad se entienda como un derecho de los ciudadanos, no como un privilegio».
MÁS SEGURIDAD VIAL
En el último Encuentro de Ciudades por la Seguridad Vial y la Movilidad Sostenible, celebrado la semana pasada en Badajoz, quedaron claras las premisas de futuro. La principal, que esa transformación de las ciudades, con menos coches por sus calles más céntricas, eliminará el riesgo de atropello. La reducción de la siniestralidad es el objetivo final de la nueva planificación. «Si la movilidad no funciona bien, la seguridad vial tampoco funcionará», les dijo el director general de Tráfico a los representantes de los ayuntamientos citados en el Encuentro de la ciudad extremeña. De seguridad vial presumió allí Pontevedra, uno de los ejemplos más claros de intervención para sacar a los coches del centro urbano y lograr el objetivo que busca cualquier ciudad: cero muertes en accidentes de tráfico.
LA CIUDAD EN EL CENTRO
«La estrategia fue muy simple: menos coches, más ciudad. Pusimos la ciudad en el centro», explica César Mosquera, concejal de Pontevedra, donde gobierna el BNG. Cuenta que desde el Concello se decidió no hacer planes de tráfico, sino que se optó por reducir de forma drástica el paso de vehículos por el centro. La primera medida que tomó Pontevedra fue suprimir la ORA porque ese sistema generaba el efecto contrario al que pretendían los dirigentes locales, ya que se generaba cada vez más tráfico con coches dando vueltas en busca de aparcamiento.
Si la movilidad no funciona, la seguridad vial tampoco funcionará