Osasuna B, identidad, continuidad y ambición

Emilio Rosanes

OPA RACING

osasuna promesas

El conjunto osasunista, con aroma gallego y el ADN de Santi Castillejo

11 oct 2025 . Actualizado a las 15:09 h.

Once puntos en seis travesías es el cargamento que lleva ya en su bodega la fragata racinguista, impulsada por el viento firme y sereno del capitán Pablo López. No se trata de un botín cualquiera, son cuatro puntos más de los que, en idéntico recorrido, recogió el Deportivo de Imanol Idiákez en la campaña que le llevó al ascenso directo dos jornadas antes de alcanzar el puerto final. La nave ferrolana iguala, en el mismo periplo, la estela del Andorra y navega un punto por delante de la Real Sociedad “B”, buques que ya navegan por las aguas del fútbol profesional. Datos objetivos que, analizados con calma, deberían servir de brújula a quienes piensan que el esplendor de un barco debe mostrarse apenas zarpa del puerto, si bien, la experiencia dicta que los grandes viajes se ganan en mar abierto, cuando arrecian las tormentas y el horizonte exige lo mejor de cada tripulante.

El fútbol, como la vida, no se decide en los primeros nudos recorridos, sino en la constancia durante toda la travesía. Los números mencionados debieran ser astrolabios que marcan el camino para recordarnos que lo esencial en el cumplimiento de sueños es la paciencia, la fe en el rumbo elegido y la certeza de que la mejor versión surge en el momento justo, en el último asalto de la tormenta. Como escribió Benedetti, la vida consiste en continuar el viaje, perseguir nuestros sueños, destrabar el tiempo, correr los escombros y destapar el cielo. Y esta fragata racinguista no solo navega, sueña, resiste y avanza con la mirada fija en la tierra prometida del ascenso.

Y así, con la brisa de la ilusión empujando nuestras velas, llegamos a la séptima etapa de este maravilloso viaje. El destino nos sitúa en Pamplona, donde nos espera el segundo equipo del Club Atlético Osasuna, una entidad que hoy también respira galleguismo gracias a la sabiduría de su director deportivo, Braulio Vázquez, y al eco ferrolano que trae consigo José Antonio Prieto  Cata desde la secretaría técnica.

Ambos, artífices de una gestión ejemplar, tanto en la parcela deportiva, con el orgullo de haber llevado a Osasuna hasta su segunda final de la Copa del Rey, como en la económica, con operaciones inteligentes que han dejado una huella fértil en las arcas rojillas. Su tándem es la viva imagen de esa raza de gallegos valientes que, con la maleta cargada de sueños, cruzan Piedrafita para demostrar su valía profesional en tierras que abren puertas que, aquí en Galicia, tantas veces permanecen cerradas por esa losa silenciosa que hace creer que lo mejor siempre viene de fuera, olvidando que el sentimiento de pertenencia es un motor que multiplica esfuerzos y, jornada a jornada, suma puntos invisibles pero decisivos. Braulio y Cata lo saben, saben que en el fútbol , como en la vida, no basta con los números, hace falta también identidad, raíces y pasión, algo de lo que puede presumir el conjunto osasunista.

Dentro del equilibrio firme y sabio que sostienen quienes dirigen la nave osasunista en la parcela deportiva, emerge el acierto en la confianza, amparada en siete temporadas, de la fe inquebrantable en Santi Castillejo como timonel del segundo conjunto rojillo, un verdadero orfebre del talento, capaz de pulir y moldear las joyas que nacen en Tajonar, cantera cuya metodología ya trasciende fronteras y se convierte en ejemplo más allá de nuestras fronteras.

Ese trabajo silencioso y constante, ha dado forma a un bloque sólido, un equipo que pisa el césped con carácter y convicción. Su inicio lo refleja, con dos victorias de prestigio, una como local frente a Real Madrid Castilla ( 1-0 ) y otra a domicilio frente a Unionistas de Salamanca ( 0-1 ), tres empates que hablan de resistencia y orden frente a Ourense C.F. ( 1-1 ), Ponferradina ( 0-0 ) y Bilbao Athletic ( 0-0 ) y única derrota en el terreno del Avilés ( 2-0 ), lo que permite al conjunto rojillo ubicarse en una cómoda novena posición de la tabla clasificatoria.

En la confección de la plantilla de la actual temporada, Osasuna ha apostado por la fidelidad al camino ya trazado, dando continuidad a un bloque que late al mismo compás. Doce guerreros renovados forman la columna vertebral del proyecto, un armazón sólido que aporta memoria, experiencia y cohesión. A ese núcleo se han sumado jóvenes con hambre y futuro, ascendidos desde el Subiza, tercer equipo en el eslabón del conjunto navarro. Se trata del guardameta Rafa Fernández, los laterales Mikel Ansó y Asier Larrión, el central Álex Jiménez, los mediocentros Aimar Bonel y Bruno Pérez y el delantero Asier Bonel, piezas frescas criadas en la fragua de Tajonar que llegan para ensanchar el horizonte rojillo. A este relevo generacional, se añaden fichajes con sello de convicción: los centrales Álex Jiménez, procedente de Unionistas, y Anton Efremov, que aterriza en Pamplona tras su período de cesión en Sestao por parte del Villarreal, el lateral izquierdo Raúl Chasco, procedente del Real Valladolid Promesas, la promoción del juvenil Xabi Garín y la inesperada repesca de Ánder Yoldi, descartado por Lisci para el primer equipo, tras una temporada en la que, defendiendo la elástica del Córdoba, firmó cuarenta y un encuentros con tres goles marcados.

SISTEMA DE JUEGO

Fe inquebrantable en el 1-4-2-3-1 con un once reconocible

El técnico navarro ha elegido caminar en estas primeras jornadas de campeonato con una fe inquebrantable en el sistema de juego 1-4-2-3-1, un sistema que ya es seña de identidad y al que se aferra Castillejo con convicción, respaldado por un once inicial que representa más que una alineación, es un canto a la continuidad y a la confianza, una demostración de que el fútbol también se escribe con fidelidad, esfuerzo y la certeza de que un bloque unido siempre multiplica fuerzas. Se mantiene la confianza bajo palos en la seguridad del griego Dimitrios Stamatakis, el empuje incansable de Íñigo Arguibide en el lateral derecho, mientras que, en el eje de la zaga, las bajas por lesión de Diego Espejo y Mikel Serrano abren la puerta de la titularidad a Asier Osambela y Álex Jiménez, sumando la profundidad de Raúl Chasco en el lateral izquierdo.

La sala de máquinas ha mantenido invariable su brújula durante el campeonato con la presencia del talento de Mauro Echegoyen y la garra recuperadora de Miguel Auría. En bandas, el talento de Ánder Yoldi emerge por banda izquierda, alternándose Martín Pedroarena y Roberto Arroyo en banda derecha, con el recorrido de Jon García en la media punta. Como referencia ofensiva, el capitán Carlos Lumbreras cedió protagonismo a la inspiración de Dani González, cuyo olfato goleador, con dos de las tres dianas de los rojillos llevando su firma, lo ha elevado como referencia ofensiva en las tres últimas jornadas.

Un once solido y reconocible en el que suman minutos desde el banquillo el central Unai Santos y el mediocentro Xabi Garín, aportando energía cuando la batalla lo exige. Esperan aún su oportunidad otros nombres que encarnan el futuro rojillo. Es el caso del guardameta Rafa Fernández, los laterales Mikel Ansó y Asier Larrión, los mediocentros Aimar Bonel y Bruno Pérez y el delantero Asier Bonel, encontrándose inédito aún por lesión el central Antón Efremov, jóvenes que, aunque hoy pacientes, saben que cada minuto será una trinchera para dejar su huella.

FASE OFENSIVA

Transiciones letales y diagonales venenosas

En fase ofensiva, los osasunistas despliegan un fútbol de contrastes y convicción, capaz de adaptarse al rival y de imponer su carácter en cada tramo del juego. Ante conjuntos que conceden espacio y rehúyen de la presión, los rojillos despliegan un modelo combinativo, que no dudan en virar hacia un fútbol directo si las circunstancias del juego lo exige, buscando, con inteligencia, el brillante juego aéreo de Dani González y Asier Yoldi, dos torres de talento capaces de asegurar la posesión a partir de sus duelos en las alturas.

En acciones de ataque posicional, emerge un automatismo preciso y elegante, en el que los extremos tienden a realizar desmarques hacia el sector central, con el fin de generar superioridades numéricas en dicho sector y, a la vez, liberar los carriles exteriores para generar espacios de juego para que sus laterales, con vocación ofensiva, se desplieguen en profundidad y siembren peligro desde la banda multiplicando opciones y espacios.

La búsqueda constante de balones a las espaldas de los defensores adversarios es otra de sus armas poderosas, observando diagonales veloces e incisivas en las que participan tanto la referencia ofensiva como los futbolistas exteriores, dibujando trayectorias que hieren a las zagas rivales. Muestran brillante velocidad y acierto en las acciones de transición ofensiva, como se pudo apreciar en la acción que supuso la victoria en la primera jornada de campeonato, no rehúyen el disparo desde fuera del área, faceta en la que aparece la figura de Jon García y se muestran participativos y contundentes en acciones de segunda jugada en área adversaria.

A nivel individual, destacar el excelente momento de forma de su guardameta Dimitrios Stamatakis, determinante en estas primeras jornadas al hacer valer sus reflejos en duelos individuales frente a delanteros rivales y el potencial ofensivo que brota desde su banda izquierda, donde Raúl Chasco y Ánder Yoldi, jugador de otra categoría, se han convertido en una dupla temible, imponiendo jerarquía y calidad en cada duelo individual.

FASE DEFENSIVA

Los centros laterales, su talón de Aquiles

En fase defensiva, el conjunto navarro se atreve a vivir al límite, desplegando un posicionamiento avanzado que busca imponer presencia en campo rival. Sin embargo, esa valentía no siempre se acompaña de la intensidad necesaria en la presión, obligando al equipo a replegar con disciplina cuando la primera embestida no surte efecto. Lo que sí destila identidad es su activación tras pérdida, rápida y brillante, un resorte bien trabajado que les devuelve el pulso del encuentro.

En las acciones a balón parado, los rojillos muestran una dualidad peligrosa, con momentos de orden aunque, en ocasiones, se detectan ciertas irregularidades en el seguimiento de marcajes, sumado a una falta de contundencia en propia área que invita a dudar.

Los osasunistas muestran amplio margen de mejora en la toma de decisiones ante centros laterales, faceta en la se muestran excesivamente dubitativos y vulnerables, constatando la circunstancia de que dos de los tres tantos recibidos en estas primeras jornadas han resultado de centros laterales en los que los adversarios han podido resolver con una tranquilidad que duele.

Los centrales, veloces y firmes en el duelo individual, ofrecen garantías en el uno contra uno, aunque se percibe una fisura invisible en la distancia excesiva entre ellos y los laterales de su mismo perfil, lo que ha generado espacios de juego que han sabido aprovechar sus rivales con inteligencia.

En ocasiones, en terreno de juego propio, asumen riesgos innecesarios en la salida de balón, una osadía tan atractiva como peligrosa que se traduce, en ocasiones, en pérdidas que otorgan a los rivales espacios abiertos y profundos, nacidos de la vocación ofensiva de sus laterales, bien evidente desde la fase de iniciación de su juego ofensivo.

En definitiva, segundo duelo entre Castillejo y López tras el intrascendente choque en la jornada final del anterior campeonato que finalizó en tablas, en el que ambos se presentan como guías perfectos para conducir la singladura de este nuevo viaje. Y lo hacen con la calma de los marineros sabios, conscientes de que las tormentas, como las gripes repentinas, no son obstáculos, sino pruebas que forjan carácter. Cada puerto conquistado y cada punto arrancado al mar de la competición acerca más al destino, con la certeza de que, como escribió Benedetti, llegue el momento de destapar el cielo.