Aires de prosperidad y progreso social

| ARTURO MANEIRO |

OPINIÓN

07 sep 2004 . Actualizado a las 07:00 h.

EL COMIENZO de la vida normal, tras las vacaciones, nos presenta un panorama sociopolítico muy alentador, ilusionante, lleno de horizontes despejados y aires limpios que anuncian prosperidad económica y progreso social. Galicia ha tenido un éxito total en turismo con el Xacobeo; ha recibido multitudes de peregrinos con motivo del Año Santo; se ha despejado la incógnita de la sucesión de Manuel Fraga para las elecciones del próximo año 2005, decisión que no ha gustado nada a la oposición gallega. Pero el PSdeG-PSOE se ha tomado en serio ya el Plan Galicia y anuncia que va a conseguir en Madrid 1.500 millones de euros para las inversiones previstas. Afirma ya que la política de inversiones ha dado un giro espectacular con el nuevo Gobierno central y que Galicia va a entrar en una etapa de prosperidad sin límites. Zapatero anuncia con mucha antelación que los pensionistas más pobres van a cobrar en el 2005 algo más al mes, unos 18 o 20 euros. Quizás para compensar que, unas semanas antes, las ministras del Gobierno habían convertido el palacio de la Moncloa en un gran set fotográfico en el que todas ellas posaron con modelos de alta costura, dando una imagen muy poco solidaria con los que cobran poco más de 300 euros al mes. El Gobierno central también está dispuesta a resolver los graves problemas de productividad y rentabilidad de los astilleros públicos, donde Ferrol cuenta con un papel muy importante. El ejecutivo socialista siempre ha logrado la reindustrialización de zonas industriales en decadencia. Con los mismos métodos de etapas anteriores de cerrar empresas resolverá los problemas actuales. Los trabajadores de los astilleros gallegos, vascos y andaluces pueden estar tranquilos. Por su parte, Alfonso Guerra acaba de revivir y nos informa de que antes en TVE salía Rambo (Aznar) y ahora sale Harrison Ford (Zapatero), con lo cual viene a ratificar que la utilización gubernamental de RTVE no ha cambiado nada, en contra de lo que anunció a bombo y platillo la portavoz y vicepresidenta del Gobierno: «Se acabó la utilización partidista de RTVE». Lo hizo con el mismo ímpetu que, en su día, el ministro de Defensa afirmó: «Se acabó la mili». Con la única diferencia de que esto último era verdad. También en seguridad el futuro es alentador. Miguel Ángel Moratinos, ministro de Exteriores, está dispuesto a acabar con el terrorismo español e internacional. Ya mandó a su equipo redactar un plan que puede acabar con ETA y con Osama Bin Laden. Un plan que va a dejar al mundo más tranquilo, al mismo tiempo que deja en ridículo los métodos del presidente estadounidense George Bush para acabar con el terrorismo mundial. Por su parte, y dentro del mismo apartado de seguridad, los acuerdos de la Comisión de Investigación del Congreso sobre la matanza del 11 de marzo en Madrid van a aportar datos valiosísimos para la lucha contra el terrorismo, tal como hemos podido comprobar antes de las vacaciones veraniegas.