Ya están los cuatro

| ARTURO MANEIRO |

OPINIÓN

08 nov 2005 . Actualizado a las 06:00 h.

CON LA presentación de la candidatura de Alberto Núñez Feijoo queda completada la lista de candidatos previstos para comenzar una nueva etapa del PPdeG. Cuatro aspirantes a liderar el partido mayoritario de Galicia, el que ha ganado las elecciones, el que tiene el mayor grupo parlamentario, a sólo un escaño de la mayoría absoluta, aunque no gobierna. Nunca antes se había producido esta situación, y no se puede negar que el nuevo presidente del PPdeG dirigirá la mayor fuerza política de Galicia. Una fuerza remansada en estos momentos por falta de líder. En este proceso interno del PPdeG, uno de los cuatro candidatos tendrá que asumir la herencia de Fraga y comenzar una nueva etapa de renovación. Tendrá que ser una transición tranquila, asumiendo todas las tendencias, pero marcando diferencias. Será el momento de sumar, de modificar todo lo que sea necesario modificar, sin hacer sangre, contando con todos los que estén dispuestos a colaborar. Será el momento de hacer un partido nuevo, moderno, que aglutine lo urbano y lo rural, que una lo académico y profesional con total naturalidad. Tendrá que ser un PP que defienda los intereses de Galicia de forma clara, pero no enfrentado al PP nacional, sino contando siempre con su respaldo para aumentar el poder de la organización gallega. La presentación de Núñez Feijoo lo muestra como el claro candidato del conjunto de las provincias de Coruña y Pontevedra, que son las mayoritarias en cuanto al número de compromisarios. Xosé Manuel Barreiro aparece como el candidato inequívoco de la provincia de Lugo, respaldado por la estructura del partido sustentada por la Diputación de esa provincia. Enrique López Veiga es de aquí y de allá, busca apoyos en las zonas marineras de su influencia. Y José Cuíña, que presentó su candidatura de una forma un tanto extraña, discriminando a unos medios de comunicación y hablando sólo para otros, se muestra como el candidato de Baltar, presidente del PP y presidente de la diputación de Ourense. Cuíña y Baltar siempre se han llevado bien, siempre han actuado juntos. Pero es sólo candidato de Baltar, no del PP de Ourense. De todas formas, como era previsible, en Santiago de Compostela se ha visto la división clara: unos están con la directiva provincial y otros se muestran a favor de Cuíña. En Coruña, Barreiro también cuenta con el apoyo de un pequeño sector díscolo con la directiva provincial, aunque centrado únicamente en el presidente local y portavoz municipal Fernando Rodríguez Corcoba, resentido por no haber sido incluido en las listas al Parlamento gallego. Con este panorama se puede ver que el proceso interno del PPdeG va a ser duro. Duro y largo. Pero será así porque una de las últimas decisiones de Fraga ha sido retrasar lo más posible este congreso, un retraso que sólo puede perjudicar el clima interno del PPdG. Mientras, la Xunta bicéfala de Galicia/Galiza, feliz, sin más oposición que ella misma.