Interrupción (buena) del embarazo

OPINIÓN

17 ene 2006 . Actualizado a las 06:00 h.

LA EXPRESIÓN interrupción del embarazo suele utilizarse habitualmente como sinónimo, como eufemismo o como suavizante de la grave acción del aborto provocado para evitar una nueva vida humana; es decir, de la eliminación del ser que comienza o de la persona que empieza a formarse dentro de su madre. Para hablar con precisión, habría que decir que al aborto lo definen los que saben como la pérdida de un embarazo antes de las 22 semanas de gestación o antes de que el feto pese 500 gramos. Antes de acabar el año 2005, la nueva cadena de televisión en abierto Cuatro emitió una serie de documentales sobre el comienzo y evolución de la vida del feto en el vientre materno. En un alarde de técnica, de narratividad y de tratamiento progresivo del proceso, se fueron mostrando las reacciones de un ser humano desde las primeras células, desde sus primeros días de existencia. El espectador podía ver a esa nueva criatura cuando comenzaba a formarse cada miembro, cuando ya tenía la totalidad de los sentidos, cómo vivía y flotaba en ese espacio líquido. El telespectador no podía menos que quedarse pegado a la pantalla. El documental mostraba al bebé por medio de la ecografías en dos y en tres dimensiones o en reproducciones virtuales, con sus gestos, sus parpadeos, sus manotazos y sus patadas. Sus reacciones ante la música y ante el ruido. Así hasta que llegaba a las 24 semanas de vida con su cuerpo totalmente completado, pero a falta de desarrollo definitivo. Sin pretender ser exacto ni exhaustivo, recuerdo que fue en esta edad de 24 semanas, cuando el documental pasó a estudiar las posibilidades de que el nuevo personajillo pudiese seguir viviendo por su cuenta, sin estar ligado a su madre. Hablaron de las estadísticas de supervivencia y las posibles secuelas que sufriría un bebé de 24 semanas de gestación fuera del seno materno. Era posible, con riesgos, pero posible. Los pediatras y especialistas que documentaban las imágenes y declaraban delante de la cámara afirmaron que si a partir de esa edad una madre está en riesgo, o el propio hijo está en algún tipo de peligro, llevaban a cabo una interrupción del embarazo, pero no para eliminar a la criatura, sino para que siguiera desarrollándose fuera, con técnicas externas. Y ahí saltaba la sorpresa para los que no somos especialistas, los que nos vemos todos los días bombardeados con la idea de que interrumpir el embarazo es una manera de decir que se provoca un aborto y deja de existir el feto. Pues resulta que no es así, que una interrupción del embarazo es otra forma posible de continuar el desarrollo humano desligado físicamente de la madre con nuevas técnicas. Ya no vale referirse a una interrupción del embarazo como eufemismo del aborto provocado, de eliminación de un ser humano en formación. Y si alguien está en desacuerdo, que le reclame a la Cuatro.