La Pantoja y la tristeza

| XOSÉ CARLOS CANEIRO |

OPINIÓN

03 may 2007 . Actualizado a las 07:00 h.

MEDIA GALICIA está sumida en la depresión primaveral y otra media, la folclórica, sumida en la depresión Pantoja. A mí se me enamora el alma se me enamora cuando lo leo y no me lo creo. Ella, la musa del Luar , detenida por blanqueo de capitales o similar. Ella, la más blanca e inmaculada, detenida por blanqueo: qué ironías tiene la vida. La que fue viuda de todos y prima hermana del toreo, está pringada en el caso Malaya (que rima con canalla). Yo no me imagino el Luar sin la Pantoja, igual que no me imagino a la Televisión de Galicia sin Gayoso y sin Piñeiro. Nada cambia, todo permanece. Las esencias del folclore patrio pasean con chicuelinas entre los corazones de la Galicia afligida. Me figuro a Gayoso hilando oraciones para que vuelva ella. Yo, para qué negarlo, le escribí epigramas en su época dorada. Pero después, con el Muñoz, me decepcioné tanto que vendí todos sus discos y los cambié por los del Fary. Pero éste también me decepcionó, cuando le cantó al Torrente de Santiago Segura, que me parece uno de los individuos más nocivos de la jet cultureta de España. Por lo tanto, sin la Pantoja y sin el Fary, ando errante buscando alguien a quien idolatrar. Y no lo encuentro. Me quedo con el marinero de luces que ella cantaba y con Paquirrín, de niño subido en escenario, con tirabuzones rubios como el sol del mediodía. Lo demás es cansancio. Precisamos un nuevo ídolo para las noches de luna, que son los lunares que nos llevamos en el alma, como manchas. La lección es siempre la misma: todo por la pasta. Y uno quiere que se pare el mundo para bajarse. España de charanga y pandereta, España rosa, España negra y profunda. El Luar de la televisión nuestra (la nuestra, la gallega) está de luto. Media Galicia sumida en la depresión primaveral. Qué tristeza.