Semana Santa 2012

Gonzalo Ocampo
Gonzalo Ocampo EL RETROVISOR

OPINIÓN

02 abr 2012 . Actualizado a las 10:24 h.

No cambiará la rutina institucional en la programación de la inminente operación Semana Santa 2012, de tráfico. Un largo manifiesto para los medios de comunicación, compuesto de previsiones, advertencias, consejos, estudios logísticos acerca de itinerarios básicos -de la totalidad española- y de sus posibilidades de saturación en definidos arcos horarios de fechas determinadas, con la relación consiguiente de viales alternativos, guías de alimentación para el viaje, estiba de la carga y un largo catálogo de deberes. El hipotético viajero de la Semana Santa y de los días que la rodean sabrá de los millones de desplazamientos que se prevén y de los millares de agentes que atenderán a su seguridad vial, esto ya en alarde de optimismo.

Peor es que al final, como obedeciendo a una implacable lógica, en días como estos, corresponda a los crecimientos del tráfico un paralelo aumento de la accidentalidad en sus vertientes más graves. Acredita el pasado que en tantas ocasiones no hay consejo que valga. Uno, en voz baja, apenas si dice que en el fragor de las carreteras deben hacerse las cosas de la mejor manera posible, huyendo de frivolidades, en uso del sentido común y de la propia responsabilidad, porque con la vida no se juega.