E n una entrevista con la periodista Robin Roberts, de la cadena televisiva ABC, Obama defiende públicamente por primera vez el matrimonio homosexual. Y los colectivos homosexuales lanzan alaridos de júbilo porque llevan varios lustros demandando el poder casarse. Obama declara que es para él importante dar un paso adelante, como, por ejemplo, lo dio en España Zapatero, que terminó, con la oposición del PP, legalizando el matrimonio homosexual, y afirma que cree que las parejas del mismo sexo deberían poder casarse.
Obama es ya, pues, el primer presidente estadounidense que respalda públicamente un tipo de matrimonio visceralmente rechazado por los conservadores más radicales y tragado no pocas veces a regañadientes por los conservadores más civilizados. El propio Clinton se opuso públicamente al matrimonio homosexual firmando una Ley de Defensa del Matrimonio, de cuya promulgación luego se arrepintió. La campaña electoral está centrada, como es de rigor, en la economía, que es la que manda en nuestras vidas. Pero el debate sobre el matrimonio entre gais es también un tema capital en la campaña electoral en EE.?UU. La declaración de Obama ha llegado hasta el Ayuntamiento de Molina de Segura (Murcia). Allí un concejal del PP, inspirado por la caspa que ilumina a algunos ciudadanos, ha declarado que las bodas entre homosexuales hay que equipararlas a las relaciones sexuales entre personas y animales. Hay que tener mucha caspa mental para eructar una opinión tan disparatada.