Tenía que estrenarse el 28 de diciembre, día de los Inocentes. Es el primer trabajo que se hace sobre Woody Allen, en el que el director accedió a que una cámara lo siguiese durante un año y medio. Lo firma Robert B. Weide, ganador de varios Emmys, uno de ellos sobre Lenny Bruce, el genial cómico, con el que también consiguió una nominación al Óscar en el 2003. En Woody Allen, el documental, se verá a Woody Allen con sus filias y sus fobias. Al creativo, al hombre que escribe a máquina y que anota en papeles las frases de sus guiones. Al hombre en permanente fuga de sí mismo, una fuga que ha dejado una increíble estela de creatividad. Están sus primeros años como monologuista en la televisión, décadas de los cincuenta y los sesenta, y sus primeras películas como Toma el dinero y corre (1969). Las imágenes del director se alternan con declaraciones de quienes han trabajado con él. De Mariel Hemingway a Diane Keaton. De Sean Penn a Naomi Watts. Todos se sinceran. Una disección del hombre que mejor se ha psicoanalizado para todos los públicos. ¿Qué sería del cine sin Manhattan o Annie Hall?