Pepe Sancho

César Casal González
César Casal CORAZONADAS

OPINIÓN

06 mar 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Una generación de la escena española está desapareciendo. María Asquerino y ahora José Sancho. Imposible no verlo como el Estudiante junto a Curro Jiménez (Sancho Gracia). Pepe Sancho hizo de casi todo. Él mismo lo dijo: «Empecé haciendo de carnicero en Manises y, después de tres mil papeles, terminé siendo Tarancón, un sacerdote de Burriana que llegó a cardenal». Tenía una sonrisa franca que ponía en vuelo su rostro. Y una de esas voces de teatro que suenan importantes. Estaba preparando una obra, nada menos que texto de Marguerite Duras, cuando se fue. Estuvo casado dos veces con María Jiménez, amor pasional, y con Reyes Monforte. Su rostro lo hizo popular la televisión. Y hace poco triunfó con Crematorio, la novela tremenda de Rafael Chirbes que fue serie. Ahí le puso cara a Rubén Bertomeu. Y le dio toda su fuerza. Una buena forma de recordarlo es poner esa serie, Crematorio o verlo de nuevo con su Goya en la mano por su papel para Pedro Almodóvar en Carne trémula. Tenía vida, la curiosidad del niño que no entrega su corazón ante el acero de los años.