El atolladero sirio de Obama

Yashmina Shawki
Yashmina Shawki CUARTO CRECIENTE

OPINIÓN

01 sep 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Obama está en un atolladero. Nunca el anuncio de una intervención ha suscitado menos apoyos y más escepticismo. El varapalo de la Cámara de los Comunes, que ha obligado al premier británico a recular en su apoyo, evidencia el rechazo de los ciudadanos, lo que no ha frenado la determinación del presidente norteamericano. ¿Por qué? El informe del Gobierno de Estados Unidos, con el que se pretende convencer de que el régimen de Bachar es el responsable del ataque con armas químicas sobre población civil indefensa el pasado 21 de agosto, no aporta pruebas. ¿Cómo creerlo? Todos recordamos a Colin Powell defendiendo la existencia de armas de destrucción masiva en manos de Sadam y la confesión, años después, de que la información no era sólida. Pero, al margen de las dudas sobre la autoría de este ataque con armas químicas, la mayor inquietud que suscita la posible represalia a Siria es por qué está tardando tanto en llevarla a cabo y cuál es el objetivo que se pretende. ¿Advertir a Bachar de que se ha equivocado usando estas armas? ¿Alguien cree que tomará nota y no lo hará más? ¿Y por qué no se le advirtió cuando comenzó a dispersar de manera violenta, a arrestar sin motivo, a asesinar impunemente a los manifestantes de la primavera árabe? ¿Por qué no se le advirtió que no negociar con la oposición en el 2011 provocaría una guerra civil con miles de muertos? Un lanzamiento de misiles contra Siria ni derrocará ni debilitará al régimen de Bachar, ni ayudará a los rebeldes, solo agravará la situación de la población civil. Y ¿para qué? Para que EE.?UU. pueda renovar parte de su arsenal, Israel advierta a Siria de su influencia e Irán tenga un argumento más para maldecir a Occidente. No parecen motivos suficientes mientras millones de sirios padecen un calvario sin visos de solución.