Cantando bajo la lluvia

Eduardo Riestra
Eduardo Riestra TIERRA DE NADIE

OPINIÓN

10 nov 2013 . Actualizado a las 07:00 h.

Ando estos días preocupadísimo, porque no he ido a la presentación del libro de Aznar, y me parece que me la voy a cargar. El ha dicho que toma nota de las ausencias -ya saben, Mariano, Cospi, un servidor?- y me tiene atemorizado. Ando buscando coartadas, por lo que si usted, querido lector, tiene a bien encubrirme -con un cumpleaños, una operación de juanetes, en fin, una cita ineludible- se lo agradeceré. Creo que Felipe estas cosas no se las toma tan a pecho, con tal de que le compren un collar le vale, pero Aznar es muy exigente. Aunque bien mirado tampoco asistieron Bush ni Briatore. No le ha fallado en cambio la alcaldesa de Madrid. La alcaldesa fue porque le debe el puesto a ese que antes parecía su marido y ahora parece su hijo. Un hijo pijo, y ¡que viva la cacofonía! Esto del mundo editorial es fascinante, qué les voy a contar, pero más fascinante parece ahora el mundo sindical. Ya saben: el de esos que trincan en Andalucía o esparcen las basuras en Madrid? con el dinero de las empresas. Y no es que me den pena las empresas, qué va. Los empresarios, con Díaz Ferrán a la cabeza, han mostrado una catadura moral cercana a la de los banqueros, si eso es posible, que no lo es. El mundo sindical con el general Franco Bahamonde -que dicho así parece un árbitro- por lo menos hacía gimnasia y desfilaba en perfecta formación. Y mientras ellos discuten, roban y se pelean, nosotros nos emocionamos con el anuncio que se ha puesto de moda y salimos a la calle sin paraguas: y si chove, que chova.