¿La oposición gallega? Llamando a Houston

Roberto Blanco Valdés
Roberto L. Blanco Valdés EL OJO PÚBLICO

OPINIÓN

04 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

Si hubiera de resumirse en una frase, la percepción que tenemos en Galicia sobre nuestra situación económica y política según la encuesta de Sondaxe que hoy publicar La Voz, esa podría ser «horrible, pero mejorando».

Horrible, sí, porque tanto respecto a la política como a la economía son muchísimos más los que creen que las cosas van mal o muy mal que lo contrario. Pero mejorando, pues en ambos terrenos (política y economía) también son más los que estiman que la situación estaba peor (y no mejor) hace un año y que estará mejor (y no peor) dentro de un año.

Es esa visión dinámica de la realidad la que probablemente explica que el PP, que gobierna con un severo plan de ajuste en Galicia y en España, resista pese a todo frente a una oposición que lleva en Galicia años repartiéndose un caudal de voto casi idéntico.

Los gallegos creen, según Sondaxe, que la responsabilidad de la UE en la marcha de nuestra economía no es mucho menor que la del Gobierno (6,2 frente a 7,7); valoran bastante mejor al candidato del PP a las europeas, pese a ser el más conocido, que a los del PSOE, IU y UPyD; otorgan mucha mejor puntuación al presidente de la Xunta (4,89), que a los líderes del PSdeG (4,39), Anova (4,49 Noriega y 4,08 Beiras), el BNG (3,94 Jorquera), EU-IU (3,94 Yolanda Díaz) y BNG (3,92 Vence), el peor puntuado de los siete; y valoran mejor a Rajoy (3,67) que a Rubalcaba (3,42), Cayo Lara (3,57) y Rosa Díez (3,57).

Con este panorama resulta previsible la estimación de voto que realiza Sondaxe para las europeas. Y así, una vez constatado el hecho clave de que el PP mantiene una fidelidad entre sus votantes anteriores, en europeas o autonómicas, muy superior a la del PSdeG y sobre todo a la del BNG, fuerza que pierde votos a chorro hacia Anova y los socialistas, el resultado de las próximas europeas, en que se estima una abstención no muy superior a las del año 2009 (59,8 % frente a 57,3 %) daría una clarísima victoria al PP (44,1 %) frente a sus adversarios: PSdeG (29,7 %), IU-Anova (9,7 %) y BNG (6,4 %).

El PP perdería un 6 % de sus votos, sobre todo hacia pequeños nuevos partidos, mientras la oposición, que tiene un gran problema, volvería a lo de siempre: a repartirse los mismos sufragios de forma diferente. Los del PSdeG, BNG e IU sumaron el 45,7 % en las europeas del 2009, mientras la suma de PSdeG, Anova y BNG daría ahora un paso de ciempiés: una décima, hasta el 45,8 %. ¿La gran novedad? La conversión del BNG en un partido casi irrelevante, con el 6,4 % de los votos, justo premio a la disparatada apuesta por concurrir a los comicios con un partido al que el miércoles pasado el peneuvista Iñaki Anasagasti, que sabe de lo que habla, se refirió una y otra vez, en una excelente entrevista con Fernanda Tabarés en Vía V, como Herri Batasuna.