Mañana, si no están en Santiago, acérquense. Podrán ver un cometa en directo. Un cometa, una estrella, algo muy brillante y muy vibrante. Mi amigo y compañero en La Voz, Nacho Mirás Fole, presenta su primera criatura de una de las cosas que mejor sabe hacer: juntar letras, escribir con un humor inimitable, inigualable. No intenten copiarle, solo le sale así a él. Sabe hacer otras muchas cosas bien. Ser padre, marido, hijo, ser periodista, es también uno de los mejores en el complicado oficio de amigo, y su sinceridad es tan brutal como su honestidad. Toca la gaita y, a veces, da un poco la lata. Pero nadie es perfecto, que dicen en Con faldas y a lo loco (ese humor Wilder es el humor Mirás). El libro que presentará mañana en Santiago se titula El mejor peor momento de mi vida y cuenta cómo solo él sabe hacerlo cuando le tocó ir a la guerra para combatir contra el cáncer. A él, que era cáncer del zodíaco como yo, le tocó el otro. Y el texto, que empezó siendo un blog (rabudo.com, que lo petaba), es ahora un merecido librazo basado en cómo Nacho Mirás vive desde siempre: dando la cara. No es un libro de autoayuda. Es un libro que ayuda. Y en estos tiempos que corren (en los que todos salen corriendo, vamos) es un prodigio esta mano tendida de tinta de calamar gigante.