No tan nuevo

Carlos Agulló Leal
Carlos Agulló EL CHAFLÁN

OPINIÓN

01 may 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Ala gente en la calle se le notan ganas de dar un buen tirón de orejas a los que siempre han mandado, a quienes han consagrado una forma de hacer política que si alguna opinión casi unánime ha conseguido es precisamente contra la política. A nadie extraña -ni siquiera a los evaluados- que raramente las notas que reciben superen el cinco. Las elecciones del 24 de mayo se anunciaban como el final del bipartidismo (imperfecto), la ocasión para que nuevas formas de comportarse con la res publica se pongan en juego y que la ciudadanía recupere la esperanza en el mejor modo conocido hasta el momento de gestionar los intereses comunes.

Sin embargo, si se observan con detenimiento los resultados que apunta para las principales ciudades y villas de Galicia la encuesta de Sondaxe publicada el domingo por La Voz se comprobará que el nuevo mapa político tampoco sería tan diferente al que ahora tenemos. Los dos grandes bloques de izquierda y derecha o centroderecha siguen repartiéndose el arco político de forma similar. En la izquierda, la aparición de movimientos ciudadanos apenas tiene traducción en el reparto de concejales, excepto en aquellos casos en los que, en realidad, son nuevos ropajes para formaciones más o menos clásicas. Y en el bando de enfrente asoma, como gran novedad, Ciudadanos, que disputa espacio con el PP, pero libera a la formación conservadora de su tragedia: por primera vez no necesitaría mayoría absoluta para gobernar.

En todo caso, los partidos políticos no deberían perder de vista que el hartazgo de la gente no es una pose. Harían bien en evitar la tentación de interpretar una victoria como un borrón sobre el pasado.