Hay que diferenciar entre iniciar la temporada con una plantilla y la situación que Cristóbal ha heredado. Vas a tardar mucho menos tiempo en que tu equipo juegue como tú quieres, si utilizas pocos jugadores, sobre todo si consigues que estos rindan desde el principio. Por eso, a mí no me extrañaría que el sábado repitiese la alineación que ganó en Las Palmas, porque con estos jugadores ha logrado algo muy difícil, que es asentar la idea y alcanzar un rendimiento inmediato. Este comportamiento es la diferencia cuando coges una plantilla desde el principio o empiezas en plena competición. Si con ese primer once apuestas, ganas y, encima, convences, si no hay nada que obligue a cambiar, lo más normal es que sigas apostando por él para que no se resienta la confianza del entorno y tampoco la del grupo. Es el camino más corto para ti y para el equipo.
Cuando Cristóbal debutó en el partido de Copa ya dio entrada a muchos jugadores de los que todos entendemos como supuestamente titulares. En Las Palmas alineó al equipo que tenía en la cabeza, pero sin muchas modificaciones respecto a este, porque los partidos eran inmediatos y hubo pocas sesiones. Ahora, con solo una semana de trabajo tampoco me parece que haya margen para entrar muchos nuevos. Cuando heredas equipos tampoco puedes querer amoldarte a los matices de cada rival, por muy diferentes que sean entre sí el Las Palmas y el Atlético. Ahora es el momento de solo fijarte en tu propio equipo. Hay poco tiempo y estamos en plena competición.
Habrá tiempo la semana que viene, cuando llegue el descanso. Entonces sí que el entrenador lo aprovechará para preparar aspectos nuevos, pero antes de eso hay que darle valor a la victoria. Por lo pronto, ha habido un cambio de actitud y compromiso que se ha podido apreciar en los duelos individuales. En el plano táctico hay que darle tiempo y no pensar que todo se puede cambiar en solo diez días.