Galicia sigue perdiendo gallegos

Carlos Agulló Leal
Carlos Agulló EL CHAFLÁN

OPINIÓN

ANGEL MANSO

15 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Chascarrillos aparte sobre la paternidad veterana con los que Feijoo arrancó unas risas al auditorio, la sangría demográfica fue una de las cuestiones que ocupó a los presidentes de Galicia y Asturias en el encuentro que, propiciado por La Voz de Galicia y el Banco Sabadell, se celebró esta semana en Ribadeo. El calado del problema en la España más envejecida lo corrobora el INE: Galicia sigue perdiendo gallegos.

Repite Núñez Feijoo que se ha generado una especie de leyenda urbana sobre el presunto éxodo de jóvenes porque no tienen aquí oportunidades. En Ribadeo reiteró los datos. Aunque el balance no es para hacer una fiesta, son más lo que vuelven que los que se marchan. También se combate desde la Administración la idea de que el desastre demográfico es un fenómeno ligado a la crisis económica. En efecto, conviene despejar el panorama para no confundirse en el diagnóstico y, sobre todo, para acertar en las soluciones.

Los gallegos que retornan ¿lo hacen porque, por fin, tienen aquí posibilidad de construir un proyecto de vida o porque las circunstancias los expulsan también del lugar al que se fueron? La sangría demográfica es anterior a la última crisis (y a la precedente), pero ¿acaso no tienen nada que ver las posibilidades de empleo estable y buenos salarios con el equilibrio de la pirámide demográfica? Europa prosperó y envejeció, es cierto, pero Galicia ni siquiera se pudo enganchar al salvavidas de la inmigración.

No hay soluciones mágicas ni rápidas. Se hacen políticas para obtener resultados dentro de veinte años. Quizás para entonces vivir aquí, tener hijos y conciliar sea posible... si hay trabajo.