La antigüedad del parque de automóviles es el problema

José Antonio León Capitán FIRMA INVITADA

OPINIÓN

13 jul 2018 . Actualizado a las 07:40 h.

Groupe PSA, con sus cuatro marcas (Peugeot, Citroën, DS Automobiles y Opel) y sus centros de producción de Zaragoza, Vigo y Madrid, refuerza en el primer semestre del 2018 su liderazgo comercial e industrial en el sector de la automoción en España, con 188.220 vehículos matriculados y una cuota del 22,2 % en el mercado total de turismos y vehículos comerciales, y una producción de 519.542 unidades, un 10 % más respecto al mismo período del 2017. Esta posición estratégica nos legitima para posicionarnos frente a ciertas consideraciones expresadas últimamente sobre el diésel en nuestro país.

Groupe PSA apuesta por la movilidad sostenible y lo hemos demostrado adelantándonos a las estrictas normativas medioambientales, evolucionando nuestras motorizaciones antes de los plazos previstos. Desde Groupe PSA defendemos la neutralidad tecnológica y apostamos por la convivencia de diferentes formas de energía en nuestros vehículos: gasolina, diésel, híbridos enchufables y eléctricos, para alcanzar los ambiciosos objetivos de CO2 fijados por la Comisión Europea y responder a las diferentes necesidades de los ciudadanos. Para ello, los motores diésel de última generación son necesarios y su contribución es fundamental para combatir el cambio climático, al ser una tecnología eficiente y accesible. Nuestro compromiso es inequívoco, ya que nuestros modelos cumplen con la nueva normativa Euro 6.2 (d-Temp) que entra en vigor para todas las nuevas matriculaciones a partir de septiembre, reduciendo al máximo las emisiones de NOx y partículas.

Además, Groupe PSA ha respaldado públicamente la introducción del nuevo procedimiento desde principios del 2015, anticipándonos y publicando consumos y emisiones en condiciones reales de nuestras gamas, en un ejercicio de transparencia cuando la credibilidad del sector estaba en entredicho, de acuerdo a un protocolo desarrollado con las ONG (T&E y FNE) y certificado por una tercera parte independiente (Bureau Veritas).

En este contexto, la DGT clasifica los vehículos en función de su potencial contaminador, gracias al distintivo medioambiental CERO, ECO, C y B, que clasifica la mitad del parque de vehículos menos contaminantes. Los vehículos diésel actuales, al igual que los vehículos con motorización gasolina, están dentro del etiquetado C, ya que cumplen estrictas normativas anticontaminación necesarias para posicionarse dentro de esta clasificación, y son parte de la solución para el tan necesario rejuvenecimiento del parque automovilístico español. Porque el problema de la calidad de aire en las ciudades y del efecto invernadero radica en la edad media del parque, que en España es uno de los más viejos de Europa con una media de antigüedad de 12 años. Los 14,5 millones de vehículos de más de diez años que circulan por nuestras carreteras emiten un 90 % más de emisiones de NOx y partículas que los actuales. Ése es el verdadero problema y contra este problema debemos actuar. Por ello es imprescindible informar de forma objetiva a los ciudadanos sobre el diésel, y no crear un estado de incertidumbre que perjudique a los ciudadanos, particulares y profesionales, y a la industria del automóvil: fábricas, proveedores y concesionarios, que constituyen uno de los principales sectores económicos e industriales de este país, y que necesita una transición ordenada y responsable hacia los nuevos desafíos del automóvil.