La nostalgia es poderosa, un vehículo perfecto para envolver mensajes que quieren ser virales y circular como misiles tanto por nuestras estancias privadas (las aplicaciones como WhatsApp) como por las plazas virtuales (redes sociales).
Un fotomontaje o un vídeo en el que aparezcan héroes de los 80 o de los 90 tiene todas las papeletas para impactar, sobre todo si es paródico, no parece oficial y contiene un mensaje ridiculizador o destructivo. Por tanto, se convierte en una gran arma política. Es en ese contexto en el que hay que ubicar el célebre vídeo de Epi y Blas usando el argumentario del PP y explicando (mal) la fórmula electoral que se usa en España.
Los populares personajes de Barrio Sésamo confiesan que Don Pimpón votó (por error) a Vox, reparten cera al partido ultra en su terreno (los de Abascal funcionan bien con las nuevas tecnologías) y también dejan un par de recados a Sánchez y a su mujer. Y lo hacen con palabras que podrían salir por la boca del mismo Casado.
El mensaje corre como un gamo por los móviles de la militancia del PP y de sus afines, aunque Génova niega la autoría. Veremos muchos vídeos así, anónimos y cañeros, en la batalla por el relato de aquí al 28A. ¿Y cómo saber quién está detrás?, pues con la fórmula del pato: si tiene pico, nada y hace cuac...