El desbloqueo sin ERC era (es) factible

Enrique Clemente Navarro
Enrique Clemente LA MIRADA

OPINIÓN

Ricardo Rubio | Europa Press

16 dic 2019 . Actualizado a las 08:37 h.

El escenario político surgido de las dos últimas elecciones es indiscutible: solo Sánchez puede ser presidente. Conviene no perder de vista lo obvio antes de meterse en análisis más profundos. Lo pudo lograr con el apoyo de Rivera tras el 28-A, ya que Cs y PSOE sumaban mayoría absoluta. Unidas Podemos y los independentistas habrían quedado fuera de juego. Pero optó por poner el cordón sanitario a Sánchez, un error histórico que, por cierto, contó con el aval de Arrimadas. Esta, ahora, en un ejercicio de malabarismo político, propone la vía de los 221 escaños, es decir un pacto a tres de socialistas, populares y Ciudadanos. El problema es que su partido ya solo tiene diez, completamente prescindibles si PSOE y PP quisieran pactar, que no quieren. Pero incluso ahora sus diputados podrían ser decisivos para sacar de la ecuación a los secesionistas. Bastaría que votarán a favor de la investidura. No lo harán. En este escenario, en el que Sánchez optó inmediatamente después del 10-N por la coalición con Iglesias, el PP por el no sin vuelta atrás y Cs por una vía muerta, la única posibilidad de que haya Gobierno es la abstención de ERC, un socio indeseable en tantos aspectos. O eso o terceras elecciones. ¿Qué sería peor? En todo caso, se echa en falta una presión política, mediática y fáctica sobre el PP y Cs similar a la que soportó el PSOE para que se abstuviera y permitiera la investidura de Rajoy a cambio de nada. Barones como Page y Lambán, que participaron en el golpe que derribó a Sánchez por empeñarse en el no es no, se emplean a fondo en criticar el pacto con ERC y no en presionar a los partidos de la derecha. Hoy parece que ya no importan la estabilidad, la gobernabilidad y el bien de España que se invocaban en el 2016.