La extraña historia de los 200 millones

Fernando Ónega
fernando ónega DESDE LA CORTE

OPINIÓN

Juan Carlos Hidalgo

23 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

He titulado «extraña historia»? Disculpen; es un eufemismo. No es extraño, porque es increíble. Y tampoco es historia, porque es lo más parecido a una estafa en nombre de no sé qué argumento leguleyo y practicada por la Administración del Estado a una parte de ese mismo Estado. Según se le escuchó a la señora ministra de Hacienda tras el último Consejo de Ministros, «ya se perdió esa oportunidad» de devolver a los gallegos los 200 millones recaudados por IVA en el año 2017. Los tiene la Hacienda pública en alguna caja fuerte y, como no vayamos a rescatarlos con carros de vacas y aperos de labranza, como hicimos hace muchos años en Pol para llevar el ayuntamiento a Mosteiro, debemos darlos por perdidos. Están cobrados, son propiedad de la Xunta, pero la ministra se pasea ante las cámaras cantando muy andaluza dónde están las llaves, matarile, rile, rile, donde están las llaves, matarile, rile, ron.

Este cronista, como en la otra canción, no entiende ni sabe de leyes, pero es de la opinión de que no son formas de tratar a una comunidad. Primero, por la disculpa: hasta ahora no se pudieron pagar los 200 millones porque no se aprobaron los Presupuestos del Estado. Ahora va a resultar que en esa votación que perdió el señor Sánchez la mayoría no solo votó en contra de las cuentas que presentó, sino que se votó en contra de devolver ese dinero a Galicia. Es toda una aportación informativa que los periodistas no supimos ver en su día. Que no le extrañe a la señora Montero que veamos en su negativa algo parecido a una represalia, quizá porque Feijoo no obligó al PP a votar a favor de Sánchez y evitar las elecciones que vinieron después. Segundo, por los plazos. Dice también doña María Jesús, amparándose en una norma vigente, que ese dinero hay que devolverlo antes de que pasen dos años. Es decir, antes de terminar el 2019. Yo recuerdo muy bien cómo en la primavera del 2019 el señor Feijoo planteaba esa reclamación y cómo la ministra negaba el dinero, incluso por escrito. ¿Estaba o no estaba en plazo? Lo estaba. Sin embargo, se dejó de pasar el año, lo dejó pasar la Hacienda del Estado, no su Administración autónoma, y ahora se alega algo parecido a la prescripción. ¡Que meticuloso el Ministerio de Hacienda! ¡Qué respetuoso con la legalidad! Como diría aquella diputada de Bildu, le importa un comino que esos millones se destinen a pagar la educación, la sanidad y los servicios sociales. No es serio. No es creíble que una parte del Estado se haya convertido en un administrador tacaño de los recursos, que arrebata a una comunidad fondos que son suyos y cuya devolución está prevista por ley. Eso tiene más de apropiación estatal indebida que de justicia en la Administración.