Van a terminar en Telecinco por construirles una casa a la familia Carrasco-Flores porque no hay escaleta en la que no haya un hueco para seguir el docudrama que tienen montado en el plató. Lo llaman servicio público, pero en realidad, el servicio se lo están haciendo a ellos mismos que han transformado su parrilla en un monográfico de la familia de la hija de Rocío Jurado para sumar audiencia. Aunque hayan despedido de inmediato a Antonio David por supuestos malos tratos a Rociito, el ex guardia civil sigue día sí día asomándose a los programas de la cadena. Sálvame ya le ha puesto el micrófono en la puerta y no hay tarde en que su nombre no sea mentado para despellejarlo. Pero mientras se condena a Antonio David, se le abre a su mujer, Olga, la posibilidad e triunfar en Supervivientes, el reality en el que veremos enseguida cómo cuenta con un gran apoyo del público, que está deseando ver más carnaza de ese lado. Cada minuto en Honduras, Olga, la mujer de Antonio David, se va haciendo una buena hucha, al tiempo que Ro, la hija de Rociito, se convierte en estrella de El Programa de Ana Rosa, como su último gran fichaje. Así que la parrilla de Telecinco se ha Rociado de un folclore de odios, venganzas, malos tratos y enredos que están estirando al máximo lo que en principio se presentó como un desgarrador testimonio de una víctima. Nadie lo pone en duda, pero ese envoltorio de realities, platós y dinero en el que se mezcla todo, ha convertido ese dolor en un despropósito mediático.