El ahorro energético de tener pocas luces

Miguel Tellado Filgueira PUNTO DE VISTA

OPINIÓN

Cabalar

29 sep 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

No tengo a los dirigentes del BNG por incapaces. Muy al contrario, defiendo en política el respeto a cualquier persona aunque mantenga unas ideas profundamente contrarias a las propias. Sin embargo, ese respeto sí me permite denunciar el permanente intento de la cúpula del BNG por manipular la opinión de la sociedad gallega. En política, el error es admisible. La mentira, imperdonable. Porque lo primero implica desconocimiento pero lo segundo, premeditación y mala fe. El BNG miente, sin más. Esta vez, a cuenta de la disparatada subida en el precio de la luz.

Los mismos que con efusividad, altavoces y pancartas culpaban a Mariano Rajoy de las modificaciones al alza en el recibo de la electricidad, hoy dedican caricias dialécticas y arrumacos políticos a ese Ejecutivo socialista del que el populismo es padre y el nacionalismo, madre. El plusmarquista mundial en la modalidad de megavatio hora brinda a carcajada limpia con la cuota gallega de su Consejo de Ministros viendo al BNG culpar a Feijoo de que en España haya que trasnochar para poner la lavadora. La enternecedora condescendencia del Bloque con Sánchez convive con su intención de culpar a la Xunta de unas subidas a las que prometieron poner coto los de ese Gobierno que no dejaría a nadie atrás. Y mientras, la luz, al igual que los carburantes, el gas y el resto de servicios energéticos, sube igual a ricos y pobres.

Tener pocas luces ahorra dinero en estos tiempos en los que encender bombillas (salvo en el Vigo de la Navidad eterna) es un lujo no al alcance de todos. «Pobreza energética», clamaban aquellos dirigentes que compartían escaño con Ana Pontón en su cuarta legislatura como diputada. Ahora que ya va por la quinta sigue podemizando su discurso traicionando sus orígenes en aquella UPG en la que le salieron los dientes. Mantiene su alma independentista pero copia la estrategia de distorsión del «difunto» Pablo Iglesias para culpar de todo a un PP del que no dependen sus sueldos. Con ese PSOE que le firma las nóminas en concellos y diputaciones no se atreven a alzar la voz por la cuenta (corriente) que les trae.

Los mismos que se extrañan de una fotografía de un presidente autonómico con un presidente del Ibex son los mismos que sacan pecho de sus retratos con rufianes de todo tipo. Principalmente, de esa Cataluña de la que anhelan los CDR y de ese País Vasco del que admiran su combatividad (ejem) por unas ideas. Pero olvidan decir que el Gobierno de ese presidente ha multado a la empresa de ese dirigente del Ibex, sin que de la relación BNG-Bildu haya trascendido más que una cariñosa felicitación made in Euskal Herría hacia el cumple del Bloque. Y mientras Otegi regala tuits a Pontón, Pontón le regala apoyos a Sánchez para seguir gobernando bajo unos focos que pagamos todos y cada vez cuesta más encender.

Y Galicia no olvida. Aunque sea a oscuras.