Operación Teodoro

OPINIÓN

Eduardo Parra | Europa Press

19 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Debe de andar con hambre, Teodoro García Egea, que no quiere dejar, del PP, ni las raspas. He aquí al poli malo de Pablo Casado, a punto de tomarse un café con leche, asomándose con cautela a la poción, primero olfateando, por si el brebaje incluyera cicuta, que nunca se sabe. Es lo que tiene ir haciendo amigas. Su nariz cuenta que conviene no bajar la guardia. Sus ojos, que el enemigo interior puede andar agazapado en cualquier parte para arruinarle su misión: convertir a Pablo Casado en el primer líder del PP, desde Hernández Mancha, que no gana unas elecciones. La cosa, de cuajar, tendrá su mérito. Negativo, pero mérito al fin y al cabo. Quién sabe si el destino de este Rasputín de Cieza es acabar, como el genuino, en un bote de pepinillos en vinagre. Mientras tanto, él no ceja en su empeño de hacer historia, se supone que con el visto bueno de su jefe. A poco que se esmeren, devuelven a la vida a un muerto del tamaño de Ciudadanos.