Por qué necesitamos vacunas universales

María del Mar Tomás Carmona MÉDICA MICROBIÓLOGA DEL CHUAC, INVESTIGADORA DEL INIBIC Y PORTAVOZ DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE ENFERMEDADES INFECCIOSAS

OPINIÓN

Rayner Peña R. | Efe

26 ene 2022 . Actualizado a las 18:07 h.

Varios son los motivos que hacen prioritario el desarrollo de vacunas eficaces frente a las múltiples variantes del SARS-CoV-2 y/o tipos de coronavirus pertenecientes a la familia de sarbecoronavirus. Dichas vacunas se conocen como «vacunas universales», también llamadas «pancoronavirus».

En primer lugar, la rápida y amplia expansión de la variante ómicron a nivel mundial hace imprevisibles las consecuencias de la misma a medio plazo, así como posibles reinfecciones. Es posible que la mayoría de las variantes que se desarrollen no tengan impacto clínico ni epidemiológico; sin embargo, no se puede descartar que aparezca una variante que suponga un nuevo riesgo sanitario para la población.

En segundo lugar, comienzan a surgir dudas tanto en la Agencia Europea del Medicamento (EMA) como entre expertos inmunólogos respecto al uso de una cuarta dosis o dosis de refuerzo frente a las nuevas variantes. Por todo ello, se necesita un plan de contingencia con el fin de evitar el incremento de casos que podría tener lugar el próximo otoño e invierno, así como los posibles fallecimientos y comorbilidades asociados a las infecciones por coronavirus. Deben priorizarse las líneas de investigación que permitan el desarrollo de las vacunas universales.

Destacan dos prototipos de vacunas, por sus notables avances:

1.- Spike Ferritin Nanoparticle (SpFN) —nanopartículas de ferritina de la espícula—, desarrollada por el equipo de Barton Haynes, director del Instituto de Vacunas de la Universidad Duke (EE.UU.) Dicha tecnología utiliza la proteína de la espícula, pero con un método innovador como vehículo de transporte, la ferritina. La principal ventaja de este vehículo, en forma de balón de fútbol con 24 caras, es que permite a los científicos unir las proteínas de espícula con múltiples cepas de coronavirus en diferentes caras de la proteína. Se han publicado resultados inmunológicos muy positivos en macacos y en diciembre pasado los investigadores realizaron un estudio en fase 1 en humanos que ha finalizado con potentes respuestas inmunes, eliminando el virus de forma rápida sin opción de replicar ni en la garganta ni en los pulmones.

2.- Vacuna GBP510 (coliderado por investigadores de la Universidad de Washington). Dicha vacuna podría actuar frente a la familia de los sarbecoronavirus (donde se incluirían los coronavirus como SARS-CoV-1 y MERS), así como presentar eficacia contra diversas variantes del SARS-CoV-2, como alfa, beta, delta y ómicron. Su base tecnológica se centra en la nanotecnología y la proteína de la espícula del SARS-CoV-2 pero presentada en fragmentos, lo que favorece el desarrollo de una potente y duradera respuesta inmune frente a dichos coronavirus.

En conclusión, la ciencia y la tecnología nos podrían permitir disponer de vacunas universales o pancoronavirus, y así continuar estando protegidos frente a la posible amenaza de las variantes del SARS-CoV-2 y demás coronavirus.