La frontera vida-muerte

Jorge Mira Pérez
Jorge Mira EL MIRADOR DE LA CIENCIA

OPINIÓN

DPA vía Europa Press

30 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Una persona cae muerta en medio de la calle por un paro cardíaco. Su corazón y respiración se detienen. Pero en muchos casos su vida puede ser reiniciada si se actúa con rapidez, antes de que el cerebro se dañe por ausencia de sangre oxigenada. ¿Dónde está el punto de no retorno de la muerte? Se sabe que esa frontera entre la vida y la muerte está en un tiempo del orden de los 10 minutos. Pero hace tres años un equipo de investigación realizó un experimento que apunta a que el cerebro podría tener más capacidad de recuperación de la que se piensa. Extrajeron cerebros de cerdos que habían sido decapitados por una empresa cárnica y, cuatro horas después de su muerte, los conectaron a una máquina que les inyectaba un fluido recuperador, sustituto de la sangre. La sorpresa fue que, con ese líquido, se reanudaban ciertas funciones, como la capacidad de las células para generar energía de nuevo y eliminar residuos, así como de mantener estructuras internas del cerebro. Tras seis horas de bombeo, comprobaron que las neuronas recuperaban la capacidad de transmitir señal eléctrica. Eso sí, que quede claro: no vieron ningún signo de que el cerebro recuperase su actividad global coordinada y la consciencia (o sea, que volviese a la vida como tal) durante las horas del experimento. En cualquier caso, se trató de un avance conceptual notable. Les cuento esto al hilo de otro tipo de logro: trasplantes de órganos de cerdos a humanos, otra frontera que sí parece romperse de modo sólido y nos recuerda el gran margen de progreso que hay por delante.