Huelguistas, así no

Fernando Hidalgo Urizar
fernando Hidalgo EL DERBI

OPINIÓN

Más de un centenar de camiones han llegado esta mañana Vigo desde Tui en caravana
Más de un centenar de camiones han llegado esta mañana Vigo desde Tui en caravana Óscar Vázquez

19 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Una vez más ha sucedido. Unos pocos tienen secuestrados a muchos. Un grupo minoritario de un sector minoritario está zarandeando el sistema y llevando al colapso a sectores claves de la economía, especialmente en Galicia. Así, no. Los responsables de esta huelga del transporte que está dejándonos sin pescado, leche, recambios, medicinas... deben ser conscientes de que los problemas propios no se arreglan creando el caos y perjudicando a la sociedad en su totalidad. Toda la razón que pueda tener este grupo la está perdiendo por la actuación violenta de los piquetes y por el tremendo daño que nos están causando a todos. No es que no tengan razones, sino que sus razones no están, ni mucho menos, por encima de la colectividad.

Este periódico publicaba ayer que la situación que se está viviendo en Galicia es «catastrófica», con toneladas de pescado acumuladas en las cámaras de las lonjas y que en breve se van a perder, cuando no se han perdido ya. Las empresas de conservas tendrán que cesar su actividad y lo mismo está pasando en la construcción, donde numerosas obras han tenido que parar por falta de material. Mientras, miles de animales de nuestras granjas están abocados al sacrificio porque no podrán ser alimentados. Puede decirse que unos pocos están presionando al Gobierno con el pan de los demás. Y esto resulta absolutamente inaceptable se mire por donde se mire.

La huelga indefinida del transporte convocada por una plataforma minoritaria sin representación en la mesa de diálogo del sector con la Administración ya ha conseguido mucho más de lo que quería. Ha llamado la atención de todo el mundo, ha conseguido que se hable de la precariedad del sector del transporte y también ha conseguido que su mensaje haya llegado al Gobierno. Es hora por tanto de cambiar el paso y de que nos liberen y bajen el diapasón de sus movilizaciones.

Y es hora también de que el Gobierno tome cartas en el asunto. No es de recibo que lo único que se les ocurra sea movilizar a la Guardia Civil, cosa que se da por descontada cuando se atenta contra el orden público. El sector del transporte tiene unos problemas muy graves que deben ser atendidos y no parece que haya sido muy atinado que las ministras se dediquen más a desacreditar y llamar ultras a los convocantes que a solucionar los problemas. Si tenemos gobernantes es para que arreglen los conflictos y no para que echen más gasolina al fuego. Pedro Sánchez, que se mueve como una anguila entre la propaganda y el márketing, no puede dejar que pase un solo día más con la amenaza de colapso absoluto. Al final, el presidente va a conseguir que la movilización minoritaria del transporte se convierta en uno de los asuntos más graves que ha vivido este país en los últimos años, provocando una onda expansiva que afectará a todos los españoles, como ya les está afectando.

Ahora es cuando se necesitan hechos, políticas, ayudas y todo lo que haga falta para recuperar la normalidad. Ahora es cuando necesitamos la diligencia de nuestros servidores públicos, porque cuando las cosas van bien, marchan prácticamente solas. Y no queremos ni chantajistas en las cunetas, ni pusilánimes en las poltronas. Solo queremos que el productor de leche produzca leche y que la pueda transportar hacia los puntos de venta y que el consumidor, es decir, todos nosotros, la pueda desayunar todas las mañanas.