
Cuando me disponía a escribir esta crónica, dudando si es más interesante ese Míster Marshall disfrazado de emir de Catar o el informe del gobernador del Banco de España, me entró en el teléfono un
Cuando me disponía a escribir esta crónica, dudando si es más interesante ese Míster Marshall disfrazado de emir de Catar o el informe del gobernador del Banco de España, me entró en el teléfono un